Nueva Zelanda anunció este lunes que el confinamiento de todo el país se extenderá hasta el próximo viernes después de que las autoridades hayan registrado un total de 107 casos de covid-19 desde la semana pasada. La primer ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció la medida en una rueda de prensa tras una reunión con su Gabinete y aseguró que es "la opción más segura para todos nosotros en este momento".
Ardern ordenó el martes de la semana pasada el confinamiento durante siete días de Auckland y la península de Coromandel, y durante tres días para el resto del país, tras reportarse el primer contagio local de covid-19 en Nueva Zelanda en seis meses. El pasado viernes las autoridades neozelandesas extendieron el confinamiento hasta el 24 de agosto.
En cumplimiento de lo acordado hoy por el Gobierno, el país permanecerá confinado hasta la medianoche del 27 de agosto y la ciudad de Auckland, la más afectada, lo hará hasta el 31 de agosto.
Las autoridades registraron este lunes 34 nuevos contagios locales, lo que supone un total de 107 casos desde el pasado martes. En respuesta al brote de covid-19, el Gobierno anunció también previamente que el Parlamento de Nueva Zelanda suspendía su actividad durante toda esta semana.
Nueva Zelanda, que es uno de los países desarrollados con la tasa de vacunación más lenta, había sido mundialmente reconocido por su efectiva gestión de la pandemia con confinamientos rápidos y tempranos.
Este fin de semana, el ministro responsable de la gestión del covid-19 Chris Hipkins reconoció, sin embargo, que la variante delta "cambia las reglas del juego considerablemente" y hace parecer "menos adecuadas" las actuales medidas.
Las autoridades neozelandesas aceleraron la semana pasada su campaña de vacunación, que se inició el pasado febrero con los trabajadores más expuestos pero que hasta finales de julio no se extendió a la población en general.
El Ejecutivo pretende terminar de vacunar a la población objetivo antes de finales de año para reabrir en el primer trimestre de 2021 sus fronteras, que cerró en marzo de 2020. Nueva Zelanda acumula unos 3.000 casos de covid-19 desde el inicio de la pandemia, incluyendo 26 fallecidos