- Montados en motos, hombres armados acudieron el pasado domingo sobre las 18:00 de la tarde a las aldeas de Karou, Outagouna y Daoutegeft, en la región de Gao, muy cerca de la frontera con Níger, para atacar por sorpresa a un grupo de agricultores que volvía del campo, al tiempo que asesinaron a ciudadano, saquearon sus casas e incendiaron tiendas.

El número de civiles que fueron asesinados por un grupo de hombres armados no identificados -aunque varios testigos señalan a las agencias internacionales que fueron perpetrados por grupos yihadistas locales cercanos a Al Qaeda o al Estado Islámico del Gran Sáhara- se ha elevado ya a 50 víctimas. Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado ataque, y tampoco el Gobierno central ha informado sobre lo sucedido.

El Ejército de Mali se ha desplazado al lugar para ayudar a la población que permanece aislada después de que en los últimos días varios ataques yihadistas a infraestructuras cortasen la comunicación.

Por otra parte, fuentes locales informaron sobre el asesinato ayer de un soldado maliense cuando un grupo de hombres armados le forzaron a bajar de un autobús en el que viajaba hacia Gao y le mataron a tiros.

Las extensas regiones del norte de Mali (Gao, Tombuctú y Kidal) viven en una espiral de violencia en esta última década con ataques de grupos yihadistas locales, o con lealtad a Al Qaeda o al Estado Islámico, contra civiles, el Ejército del país o los efectivos de la misión de la ONU en Mali (Minusma).

En este contexto, la Unión Africana condenó la semana pasada los últimos ataques terroristas en el Sahel y pidió a los países de la región que “mantengan la presión” sobre los grupos yihadistas para “erradicar esta gangrena”, ante el aumento de la violencia en esta zona del continente.

Malí, un estado sin salida al mar y empobrecido en el corazón dela región del Sahel de África Occidental, ha estado luchando contra una insurgencia yihadista desde 2012. Asimismo, ha sufrido dos golpes de estado desde agosto del año pasado.