- El primer ministro australiano, Scott Morrison, anunció ayer que indemnizará a miles de indígenas de la llamada Generación Robada, aquellos que durante su infancia fueron despojados de sus familias como parte de la política oficial de asimilación entre 1910 y 1970. El Gobierno dará hasta 82.000 dólares australianos (51.219 euros) a los aborígenes afectados en el Territorio Norte, el Territorio de la Capital Australiana y de la Bahía Jervis (en el estado de Nueva Gales del Sur), una medida que se suma a las anteriores indemnizaciones ofrecidas por el resto de regiones que conforman el país.
“Lo que ocurrió es un capítulo vergonzoso de nuestra historia”, dijo Morrison ante el Parlamento de Camberra, al anunciar la implementación de un plan para terminar con las grandes desventajas que sufre la población aborigen, que representa un 3,3% de los más de 25 millones de habitantes de Australia.
Las indemnizaciones suponen uno de los gestos oficiales más importantes desde que el primer ministro laborista Kevin Rudd pidiera perdón en 2008 a la Generación Robada en nombre de la nación. “Este anuncio refleja el compromiso del Gobierno de reconocer y admitir los agravios del pasado como parte del camino de la nación hacia la reconciliación, y este plan representa un importante paso adelante hacia la sanación”, dijo el ministro de Asuntos Indígenas, el aborigen Ken Wyatt, en un comunicado conjunto con Morrison.
Los indemnizados, cuyo número rondará los 3.600 de supervivientes, tienen además la oportunidad de contar su historia sobre del impacto que tuvieron estas prácticas en sus vidas a un funcionario designado y recibir una disculpa personal o por carta.
Unos 100.000 menores indígenas australianos de la Generación Robada fueron separados de sus familias entre 1910 y 1970 y entregados para su educación a familias blancas o instituciones.