El presidente estadounidense, Joe Biden, confirmó este lunes que las tropas de combate de Estados Unidos dejarán Irak a final de año, aunque permanecerán en el país un número indeterminado de soldados para asesorar y entrenar al Ejército iraquí.
"No vamos a estar a final de año en una misión de combate (en Irak)", dijo el mandatario estadounidense en declaraciones a la prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca y en presencia del primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi.
Biden explicó que Washington mantendrá tropas en Irak para asesorar y ayudar al Ejército iraquí.
"Estamos comprometidos con nuestra cooperación en materia de seguridad. Nuestra lucha contra el Estado Islámico (EI) es vital para la estabilidad de la región y nuestra cooperación contra el terrorismo continuará mientras entramos en esta nueva fase", prometió Biden.
No especificó, sin embargo, el número de efectivos que se quedarán en Irak para continuar la lucha contra el EI y para hacer frente a las milicias chiíes aliadas con Teherán que, en los últimos meses, han incrementado sus ataques contra tropas estadounidenses.
Actualmente, hay 2.500 soldados estadounidenses en Irak, lejos de los 170.000 que había en 2007 después de la invasión.
Aparte de Estados Unidos, Irán es el otro gran aliado del Gobierno iraquí y sus simpatizantes chiíes en Irak han estado presionando a Al Kazemi para que consiga la retirada de todas las tropas extranjeras.
En declaraciones a la prensa, Al Kazemi expresó su agradecimiento al pueblo estadounidense por su labor en Irak y dijo que está deseando trabajar con Biden.
"Nuestra nación ahora es más fuerte que nunca", proclamó Al Kazemi, quien asumió el cargo en mayo de 2020 después de que su predecesor, Adel Abdelmahdi, dimitiera en noviembre de 2019 en medio de violentas protestas en todo Irak, en las que murieron alrededor de 600 manifestantes por la represión policial.
Dentro de tres meses, Irak celebrará elecciones para elegir al Parlamento que seleccionará al presidente y al primer ministro.
El anuncio de hoy permite a Al Kazemi satisfacer a las facciones políticas chiíes que rechazan la presencia de Washington y apuntarse un tanto de cara a esos comicios.
En total, Estados Unidos ha tenido una presencia militar casi continuada en Irak desde que, en 2003, el entonces presidente George W. Bush (2001-2009) ordenara la invasión de Irak bajo el pretexto, que luego resultó falso, de que Sadam Husein poseía armas de destrucción masiva.
Su sucesor, Barack Obama (2009-2017), logró en 2011 retirar por completo a todas las tropas estadounidenses de Irak, pero tuvo que ordenar su regreso en 2014 para liderar una coalición internacional contra el EI.