La tensión en el Donbás, escenario desde 2014 de una guerra entre el Ejército ucraniano y los separatistas apoyados por Rusia, se ha disparado con acusaciones mutuas entre Kiev y Moscú de movilización de tropas y preparativos para una posible ofensiva, generando preocupación en EE.UU. y la OTAN.
El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, ha acusado a Moscú de "mostrar músculo" en la frontera con las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, e incrementar la presencia de tropas en la zona con la excusa de ejercicios militares.
En los últimos días Kiev ha puesto en marcha una intensa actividad diplomática con sus socios internacionales, sobre todo EE.UU. y la OTAN, para alertar sobre la escalada en el este del país.
Zelenski recabó el viernes el apoyo del presidente estadounidense, Joe Biden, quien le mostró el "inquebrantable apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania a la vista de la continuada agresión de Rusia en el Donbás y Crimea".
Kiev acusa a Moscú de matar, a finales de marzo, a cuatro soldados ucranianos en violaciones del alto el fuego en vigor desde 2015, con lo que el saldo mortal en las filas ucranianas ascendería a 20 desde principios de año, a lo que hay que sumar 57 heridos.
Según la ONU, en este conflicto armado han fallecido unas 14.000 personas en siete años.
MOVILIZACIÓN DE TROPAS
La Inteligencia militar ucraniana ha levantado la voz de alarma al denunciar que Rusia ha iniciado preparativos con el fin de forzar al Ejército ucraniano a responder a "acciones hostiles" en la línea de separación de fuerzas.
Eso serviría de excusa para que Rusia incremente su presencia militar en los territorios separatistas introduciendo "unidades regulares" con el fin de "proteger a los ciudadanos rusos", ya que decenas de miles de ucranianos en el Donbás han recibido ya pasaporte ruso.
"No se descarta tampoco un intento de las fuerzas de ocupación de Rusia de adentrarse de lleno en territorio de Ucrania", señala Kiev.
Dicho escenario ya se produjo en 2008 en Osetia del Sur, cuando Georgia invadió la región separatista, lo que desató una intervención rusa llamada "Imposición de la Paz" que desembocó en el reconocimiento de la independencia oseta por Rusia.
"A lo largo de la frontera de Ucrania, en las zonas ocupadas temporalmente y en Crimea estamos conteniendo a 28 grupos tácticos del enemigo a nivel de batallones", dijo el martes el jefe del Estado Mayor, Ruslán Jomchak, en el Parlamento.
En vista de ello, añadió, "se ha adoptado la decisión de fortalecer la agrupación de las fuerzas conjuntas en el territorio de las regiones (fronterizas con Rusia) de Donetsk y Lugansk, y en el sector de Crimea".
El Kremlin ha respondido que Rusia traslada o moviliza a sus tropas dentro de su territorio "a su conveniencia". "Esto no debe inquietar a nadie y no representa una amenaza para nadie", dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial.
UCRANIA PIDE AYUDA A LA OTAN
Según informaron a Efe fuentes de la Alianza en Bruselas, la OTAN está preocupada por las "recientes actividades militares a gran escala de Rusia en Ucrania y sus alrededores", un asunto que se debatió en la reunión del Consejo del Atlántico Norte celebrada el jueves.
La Presidencia ucraniana ha denunciado cerca de 600 violaciones de alto el fuego desde principios de año y ha acusado a Rusia de intentar "torpedear" el proceso de paz, al igual que el régimen de alto el fuego en vigor desde febrero de 2015 y que fue reforzado en julio de 2020.
Por ello, para contrarrestar la concentración de tropas rusas en la frontera y evitar provocaciones militares, Kiev propuso el viernes al representante de la OTAN en Ucrania, Alexander Vinnikov, la organización de ejercicios conjuntos entre el Ejército ucraniano y las tropas aliadas.
Entre las medidas de disuasión figurarían las patrullas aéreas conjuntas en el espacio aéreo ucraniano o, como sugirió a la embajadora canadiense, Larisa Galadza, aumentar el nivel de preparación de combate de las tropas de los países de la Alianza con frontera con Ucrania.
EE.UU. PROMETE ASISTENCIA
En conversación con el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitri Kuleba, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, expresó su "preocupación" por la situación de seguridad en el este del país.
Mientras, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, fue más allá al mostrar a su homólogo ucraniano, Andréi Tarán, el compromiso de EEUU a ayudar a Ucrania a reforzar su capacidad militar para poder defenderse más eficazmente contra la agresión rusa, según su departamento.
"En caso de una escalada de la agresión rusa, EE.UU. no dejará sola a Ucrania y no permitirá que se hagan realidad las aspiraciones agresivas de Rusia contra Ucrania", dijo Austin, según Kiev.
En respuesta, Peskov advirtió el viernes de que un posible despliegue de tropas estadounidenses en territorio ucraniano provocaría un aumento de la tensión cerca de las fronteras rusas.
"Por supuesto, eso exigiría medidas adicionales por parte rusa para garantizar su seguridad", afirmó.