- El legendario espía británico George Blake, que trabajó para el KGB soviético, murió ayer sábado a los 98 años, informó la oficina de prensa del Servicio de Espionaje Exterior (SVR, según sus siglas en ruso).
Blake nació en 1922 en Holanda, donde se enroló en la resistencia contra la invasión nazi, tras lo que emigró a Inglaterra, donde entró a formar parte de los servicios de inteligencia.
Posteriormente, reconocería a la prensa occidental que se cambió de bando durante su estancia en prisión tras haber sido testigo del bombardeo masivo de Corea del Norte por la aviación estadounidense. Entonces Blake ofreció sus servicios al KGB, para el que trabajó tras su liberación en 1953. Fue descubierto en 1961 y condenado a 42 años de cárcel, aunque logró fugarse y llegar en 1965 a Moscú, donde viviría hasta su muerte bajo una nueva identidad, Gueorgui Bejter, y una pensión del KGB.