- Kamala Harris siente una gran responsabilidad para hablar con “voz firme” en nombre de aquellos que aún viven excluidos y prometió que si llega a la Casa Blanca luchará por la igualdad de “todos” los estadounidenses. En una entrevista con Efe, la senadora reflexionó sobre su carrera y la influencia de su madre y también reveló qué políticas adoptará una nueva Administración demócrata en asuntos como el asilo a refugiados centroamericanos y las relaciones con Cuba, España, la UE y la OTAN.
¿Cuál es la primera medida que adoptará para combatir el coronavirus? ¿Alguien de su familia o cercano a usted se ha visto afectado por la pandemia?
-El desprecio imprudente del presidente Trump por el bienestar del pueblo estadounidense ha permitido que el virus se cobre más de 220.000 vidas. Más de 8,4 millones se han infectado, 23 millones de personas están sin trabajo. Demasiadas personas, incluyéndome a mí, conocemos y amamos a alguien cuya vida se ha visto afectada por la pandemia.
El presidente Trump sabía en enero lo dañino que era el virus, pero mintió y lo encubrió. Han pasado ocho meses y todavía no tiene un plan para contener el virus. Joe Biden ha tenido un plan desde marzo para luchar contra el covid-19. Él y yo escucharemos a los expertos en salud pública y confiaremos en la ciencia. Pediremos a todos los estadounidenses que usen mascarilla en público. Proporcionaremos pruebas y tratamientos gratuitos para todos, y daremos prioridad al desarrollo y distribución de una vacuna segura y gratuita
¿Qué haría un futuro Gobierno suyo y del candidato demócrata Joe Biden para revertir las políticas que Trump ha adoptado hacia Cuba? ¿Abogaría usted personalmente por el fin del bloqueo?
-La política de una Administración de Biden y Harris hacia Cuba estaría gobernada por dos principios: primero, los estadounidenses, especialmente los cubano-estadounidenses, son los mejores embajadores de la libertad en Cuba. Segundo, dar poder al pueblo cubano para que determine su propio futuro es vital para los intereses de seguridad nacional de EEUU. Trump está deportando a cientos de cubanos de vuelta a la dictadura y de vuelta a una represión del régimen que solo ha aumentado bajo su Presidencia. Hay casi 10.000 cubanos que están languideciendo en campamentos de tiendas de campaña a lo largo de la frontera con México debido a la agenda antiinmigrante de Trump. Y está separando a familias cubanas mediante restricciones a las visitas familiares y las remesas. Nosotros daremos marcha atrás en las políticas fallidas de Trump. Y como hizo anteriormente como vicepresidente, Joe Biden, también exigirá la liberación de los presos políticos y hará de los derechos humanos una pieza central en la relación diplomática. El embargo es la ley; se necesita una ley del Congreso para levantarlo o se necesita que el presidente determine que un Gobierno elegido democráticamente está en el poder en Cuba. No esperamos que ninguna de estas cosas ocurra pronto.
Desde la perspectiva de política exterior de EEUU, ¿qué papel cree que España puede jugar en las relaciones con Cuba y, en general, con Latinoamérica?
-Bajo una Administración de Biden y Harris, EEUU trabajará con miembros de la comunidad internacional, incluida España, para apoyar al pueblo cubano, así como para promover la visión de Joe Biden sobre la necesidad de trabajar por un hemisferio seguro, de clase media y democrático.
¿Qué acciones tomaría para desmantelar las políticas de inmigración de Trump? Específicamente, me gustaría saber qué acciones tomará una futura Administración demócrata con el programa ‘Quédate en México’ y los acuerdos de tercer país seguro con El Salvador, Honduras y Guatemala. ¿Qué les diría a los niños de esos países que han sido separados de sus padres?
-Joe Biden sabe que la inmigración es una fuente de fortaleza para el país. Como presidente, Joe Biden terminará el trabajo de construir un sistema de inmigración justo y humano. La Administración de Biden y Harris protegerá nuestra frontera, mientras que asegura la dignidad de los migrantes y defiende su derecho legal a buscar asilo, incluido el fin del programa Quédate en México y los acuerdos de “tercer país seguro” con las naciones de Centroamérica. Haremos cumplir nuestras leyes sin ir contra las comunidades, violar su derecho al debido proceso o destrozar las familias; y él (Biden) se asegurará de que nuestros valores están directamente en el centro de nuestras políticas de inmigración. A cada paso, Donald Trump ha usado a los inmigrantes como chivo expiatorio y los ha demonizado, separando a los padres de sus hijos, malgastando los recursos de los contribuyentes en soluciones ineficaces e inhumanas, dando la espalda al sueño americano. Y acabamos de descubrir a través de reportes (de prensa) que 545 niños todavía están separados de sus padres debido a la cruel política de “tolerancia cero” de la Administración de Trump. Es una atrocidad.
Las relaciones entre EEUU, la OTAN y la UE se encuentran en mínimos históricos. ¿Qué tres acciones concretas tomaría su Gobierno para reparar el daño?
-Primero, una Administración de Biden preparará a la Alianza para enfrentar nuevos desafíos. Nuestra Administración se enfocará en fortalecer las capacidades de disuasión y defensa en todas las áreas integrando nuevas tecnologías, mejorando la movilidad militar y adelantándonos a futuras amenazas de Rusia y China que podrían comprometer la fuerza militar de la OTAN.
Segundo, buscaremos una mayor cooperación con la UE trabajando para mejorar el comercio transatlántico, abordando el cambio climático con investigación y desarrollo conjunto en tecnologías de energía limpia, y trabajando juntos para promover normas democráticas en el país y en el extranjero. La UE debe volver a convertirse en el socio preferente de EEUU y, no como Trump lo ha llamado, un “enemigo estratégico”. Tercero, queremos crear vínculos más fuertes entre la UE y la OTAN. (...) La UE aporta recursos económicos, diplomáticos y civiles que pueden hacer más efectivos los esfuerzos de la OTAN y de EEUU o que pueden permitir que nuestros aliados europeos aborden desafíos en seguridad sin la ayuda de la OTAN o EEUU.
Pasando al plano personal, ¿cuál es el mayor obstáculo al que se ha enfrentado como mujer y cómo lo confrontó? ¿Qué aprendió de esa experiencia?
-Esto es lo que suelo decirle a la gente joven a la que doy consejos. Romper barreras no significa que comiences en un lado de la barrera y simplemente aparezcas en el otro lado de la barrera. No funciona así. Romper barreras implica romper cosas. Y cuando rompes cosas, es posible que te cortes. Podrías sangrar. Puede que sea doloroso. Y valdrá la pena, todas y cada una de las veces. No podemos dejar de luchar. Y siempre tenemos que recordar que, aunque a menudo entremos en una sala y seamos los únicos allí que tienen la misma apariencia que nosotros -ya sea por género, raza o experiencia vital- nosotros no estamos solos en esa sala. Porque cuando entramos en esa sala lo hacemos con todo el poder de aquellos que nos han ayudado y que, a veces, incluso nos han dado un empujón hacia adelante. Y entonces, es nuestra responsabilidad expresarnos con voz firme, con total autoridad y hablar en nombre de los que todavía han quedado fuera de la sala.
El pasado agosto, usted hizo historia al convertirse en la primera mujer afroamericana y la primera mujer de ascendencia india en aceptar la nominación del Partido Demócrata para la Vicepresidencia. ¿Qué significaría una victoria el 3 de noviembre para usted personalmente y para el resto de mujeres?
-Este año, celebramos el 100º aniversario de la 19ª Enmienda (que garantiza el derecho a votar de las mujeres). Y eso es un recordatorio sobre todas las mujeres estadounidenses que no fueron incluidas en esa victoria del derecho al voto hace un siglo. Pienso en las activistas negras que enfrentaron tácticas de discriminación, rechazo y supresión del voto y que siguieron luchando durante décadas hasta que la Ley de Derecho al Voto de 1965 protegió el derecho a votar de millones de votantes de color. Pienso en mis héroes como Ella Baker y Constance Baker Motley, que nos mostraron cómo liberarnos de lo que ya ha ocurrido. Sobre ellas me apoyo. Así que me tomo en serio mi responsabilidad no solo de ser un ejemplo en el que otros puedan verse reflejados, sino en usar mi posición para promover la igualdad entre todos los estadounidenses. Mi madre solía decir: “Kamala, puede que estés entre los primeros. No seas la última”. Y trato de vivir y de guiarme por esas palabras.
Usted acaba de mencionar a su madre, ¿qué es lo que aprendió de ella? ¿Cómo ha influido en su identidad?
-Mi madre fue mi influencia más importante, es imposible resumir todo lo que ella me enseñó en una sola lección. Pero en estos días, me despierto todas las mañanas pensando en algo que solía decirnos a mi hermana Maya y a mí cuando nos quejábamos: “No te quedes ahí sentado. Haz algo”. Estos últimos cuatro años, han sido un desafío increíble para nuestro país. Pero también hemos visto a gente con diferentes experiencias que se ha levantado a hacer algo en temas de desigualdad de ingresos, injusticia racial, derechos de las mujeres y cambio climático. Y eso es lo que sigue inspirándome y, por eso, soy tan optimista sobre el futuro de nuestro país.
“Siento una gran responsabilidad para hablar con voz firme en nombre de aquellos que aún viven excluidos”
“La inmigración es una fuente de fortaleza para EEUU; Biden terminará de construir un sistema de inmigración justo y humano”
“Escucharemos a los expertos en salud pública y confiaremos en la ciencia; pediremos el uso de mascarillas en público”