- Las últimas encuestas sobre las elecciones en Estados Unidos dan al candidato demócrata Joe Biden ventaja para conseguir la presidencia, con 214 escaños asignados de un total de 435. Por su parte, Donald Trump, candidato a la reelección, se llevaría 182 escaños. En medio; la batalla por los Estados bisagra, esos que tienen la llave de la gobernabilidad y cuyos votantes están todavía indecisos, con 39 compromisarios por repartir. La importancia de los Estados bisagra radica en que la elección del presidente no es directa, sino que lo que votan los ciudadanos es a sus representantes, que a la postre será quienes elijan al presidente. Cada estado cuenta con un número de representantes en función de su población y dado que en todos ellos -salvo Nebraska y Maine- el ganador se queda con todos ellos, perder nunca es una opción.
Expertos y medios coinciden este año en que los swing states son Arizona, Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Carolina del Norte y Florida. De entre todos, el que más importa es Florida, por sus 29 compromisarios del Colegio Electoral en juego. La media de las encuestas estadounidenses señala 48,4% de los votos para Biden y un 47,2% para Trump.
Según FiveThirtyEight, si el demócrata gana en Florida, sus opciones de conseguir la mayoría en el Colegio Electoral aumentan un 99% mientras que en el caso de Trump, solo aumentarían en un 39%. No obstante, si el presidente gana en este estado, en el que los sondeos le sitúan ligeramente por detrás, también podría hacerlo en otros en los que se encuentra en la misma situación.
El segundo de estos estados más codiciado es Pennsylvania, con 20 compromisarios. Actualmente, las encuestas dan vencedor a Biden con un 49,4%, mientras que Trump se llevaría el 45,7% de los votos. El estado natal de Biden, fue para Trump en 2016 -la primera vez que un candidato republicano ganaba desde 1988-, pero no por una contundente mayoría y ahora el candidato demócrata parece partir con ventaja para alzarse con la victoria, gracias al mayor peso demográfico que tienen ciudades como Pittsburgh y Filadelfia.
Quien gane en Michigan se llevará 16 votos en el Colegio Electoral. Las encuestas a favor de Biden han subido en los últimos días más de 9 puntos, hasta dejarle con un 50,0%, y a Trump, con un 43,5%. Aunque aquí, el magnate inmobiliario logró una amplia victoria en 2016.
Los expertos creen que Biden tiene bastantes opciones de imponerse en este estado, más después de que hace unas semanas el FBI evitara un plan para secuestrar a la gobernadora, la demócrata Gretchen Witmer, por parte de miembros de un grupo de extrema-derecha. Además, el estado se ha visto duramente golpeado en el plano económico por el covid, con una mayor destrucción de empleos y negocios que en otras zonas del país.
Carolina del Norte es otro de los estados en disputa para estas elecciones. Aquí están en juego 15 compromisarios que en nueve de las diez últimas presidenciales han ido a parar para los republicanos, con la excepción de Barack Obama en 2008. En esta ocasión, las opciones de Trump pasan por movilizar el voto rural como hizo en 2016 y contar con que el peso de las ciudades, que se inclinan hacia Biden, sea menor.
en lo que se refiere a Arizona, otro de los estados que los expertos coinciden en considerar como 'bisagra' este año, hay 10 compromisarios en liza. Las encuestas dan para Biden una apurada derrota con el 46,8% de los electores a su favor, mientras el actual presidente tendría el 47,4%. Este estado fronterizo con México ha votado republicano en todas las presidenciales desde 1952, salvo en 1996 cuando apoyó a Bill Clinton.
Hasta hace unos días, Arizona parecía inclinarse hacia Biden, algo que se explica por el hecho del tirón que los demócratas tienen entre los votantes de las zonas suburbanas y al cambio en su electorado, con un peso creciente de los votantes hispanos. Sin embargo, desde el 29 de octubre, las encuestas dan una ligera victoria al actual presidente de los Estados Unidos.
Dado el aumento de las comunidades de jubilados, el electorado de Biden también es ligeramente mayor que la media del país. Aunque a priori esto podría beneficiar a Trump, la pandemia, que aquí ha golpeado con fuerza, le ha arrebatado parte del respaldo del segmento mayor de 65 años, incluso en el feudo tradicional conservador del condado de Maricopa.
Wisconsin es uno de los estados más castigados por la pandemia y fue además escenario el pasado agosto de protestas en el marco del movimiento Black Lives Matter tras disparar un policía contra un afroamericano en Kenosha. Las encuestas de los últimos días han hecho subir a Biden más de 5 puntos, hasta lograr 50,3%, dejando así al republicano con un 49,9% de los votos. Aunque demográficamente, con su población mayoritariamente de clase obrera y rural de raza blanca, debería ser un estado fácil para Trump -en 2016 fue el estado que inclinó la balanza a su favor-, lo cierto es que los sondeos sitúan a Biden con ventaja. Para materializar esa ventaja, el demócrata necesitará una alta participación en Milwaukee, la principal ciudad del estado.
En total, estos seis estados suman 101 compromisarios. Partiendo de la base de que para llegar a la Casa Blanca hacen falta 270 votos en el Colegio Electoral, ello explica por qué son claves tanto para Biden como para Trump y por qué quien quiera salir airoso necesitará ganar al menos en tres de ellos.
El antecedente de 2000. La victoria en uno de estos estados, aunque sea por un puñado de votos, puede ser determinante, como ocurrió en las elecciones de 2000, cuando el republicano George W. Bush se terminó llevando la Presidencia tras lograr la victoria en Florida por solo 537 votos.
Origen del término. El término lo acuñó en 1936 el New York Times durante la campaña de Franklin D. Roosevelt, aunque no fue hasta las elecciones del 2000 cuando comenzó a cobrar fuerza y los estados bisagra se convirtieron en el principal foco de interés no solo de los candidatos, sino también de la prensa.
Variabilidad y fidelidad. Aunque varían entre elecciones, en general se trata de en torno a una docena de estados, puesto que desde el 2000, el voto en las presidenciales ha ido a parar al mismo partido en 38 estados.
Copan la campaña presidencial. Durante las ocho primeras semanas de campaña -hasta el 22 de octubre- el 80% de los 122 actos ha tenido lugar en siete estados: Florida, Pensilvania, Michigan, Carolina del Norte, Wisconsin, Nevada y Arizona.