Un juez del estado de Washington (oeste de EE.UU.) ordenó este jueves detener de manera temporal los cambios que había implementado el presidente de EE.UU., Donald Trump, en el Servicio Postal al considerar que obedecen a "motivos políticos" para boicotear el voto por correo antes de las elecciones.
El magistrado Stanley A. Bastian, que preside la corte federal del distrito este de Washington, afirmó que Trump y el responsable del Servicio Postal, Louis DeJoy, un importante donante republicano, están "implicados en un ataque políticamente motivado contra la eficiencia del Servicio Postal".
Por eso, el juez ordenó al Gobierno que inmediatamente detenga los cambios que comenzó a implementar e agosto DeJoy, quien ordenó desmontar varias de las máquinas que clasifican el correo y también pidió que se retiraran de las calles algunos de los icónicos buzones azules.
El magistrado, que fue nombrado por el expresidente Barack Obama (2009-2017), emitió la orden en respuesta a una petición de 14 de los 50 estados del país, todos ellos liderados por fiscales generales del Partido Demócrata y entre los que figuran Michigan, Wisconsin y Nevada, considerados claves para los comicios.
"Los estados -escribió el juez- han demostrado que los acusados están implicados en un ataque políticamente motivado contra la eficiencia del Servicio Postal. También han demostrado que este ataque en el Servicio Postal posiblemente dañará de manera irreparable la habilidad de los estados de gestionar las elecciones generales de 2020".
En ese sentido, el juez señaló que los cambios podrían ocasionar retrasos en el voto por correo y eso impediría "determinar con exactitud el resultado de los comicios".
No está claro cómo el juez logrará que se implemente su orden, puesto que algunos de los cambios (como la retirada de buzones) ya se han efectuado.
El voto por correo será fundamental en estas elecciones debido a la pandemia.
Una de las cuestiones más importantes es si las papeletas por correo podrán llegar a tiempo para que puedan ser contadas y ahí el reto es la descentralización del sistema: cada estado tiene sus propios plazos y algunas de esas fechas, debido a la avalancha que se espera, no dan margen suficiente para procesar el correo a tiempo.
Por eso, a finales de julio, Thomas J. Marshall, una figura independiente dentro del Servicio Postal, envió una carta a los 50 estados de EE.UU. para avisar de que 45 de ellos deberían cambiar sus normas para que los estadounidenses manden a tiempo sus papeletas a fin de que sean contadas.