- Un grupo de manifestantes contra el racismo y la brutalidad de Portland, en el estado de Oregón, presentó ayer jueves una demanda contra la Administración del presidente de EEUU, Donald Trump, por sofocar de forma violenta las protestas.
Los manifestantes, representados por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), aseguraron que las fuerzas de seguridad hicieron uso de manera “indiscriminada” de tácticas violentas contra ellos. Se trata de la tercera demanda de este tipo presentada contra el Gobierno en semanas.
Tal y como aseguraron, cientos de agentes federales, vestidos con uniformes de camuflaje, dispararon pelotas de goma y otros tipos de “municiones de impacto” en su contra. Además, acusaron a los antidisturbios de lanzarles, reducirlos y darles una paliza. Entre ellos se encuentra Mark Pettibone, un hombre de 30 años que fue introducido el mes pasado por varios agentes en una furgoneta. Estuvo retenido en un juzgado federal hasta que fue puesto en libertad. En ningún momento le explicaron por qué había sido detenido o liberado. “Todavía no he entendido muy bien lo que significa que fuera secuestrado por mi propio Gobierno”, lamentó Pettibone en un comunicado de la ACLU.
Trump, por su parte, volvió a arremeter contra lo que considera un grupo de “anarquistas y agitadores” y pidió a las autoridades locales de Oregón que haga frente a los manifestantes ante una ola de protestas que se ha alargado durante meses en el marco de la pandemia dela covid.
El arresto de manifestantes como Pettibone habría sido llevado a cabo como parte de la misión Operación Valor Diligente de la Administración Trump, que busca hacer frente a los manifestantes que protestan bajo el lema Las Vidas Negras Importan. La ACLU ya había presentado demandas similares en nombre de periodistas y médicos por las acciones de los agentes de Policía federales en las protestas de Portland.
Otra oleada de protestas raciales en EEUU llegó la madrugada del jueves a Oakland, la ciudad con mayor presencia de personas negras del área de la Bahía de San Francisco, donde se produjeron disturbios, fuegos y cargas policiales por primera vez desde julio.
Centenares de manifestantes se concentraron a las 20.00 horas del miércoles en las cercanías de la principal comisaría de Policía de la ciudad y desde allí marcharon por las calles dejando a su paso cristaleras rotas, barricadas y multitud de pequeños fuegos. Esta nueva oleada de protestas raciales en la ciudad llegó en repulsa de los disparos a Jacob Blake en Kenosha, Wisconsin.