- El Gobierno turco aprobó ayer una ley de control de redes sociales que la oposición turca califica “venganza”, ya que “únicamente beneficia al régimen”. Por su parte, las ONG han denunciado que supone “una violación de la libertad de expresión”.
La nueva norma fue aprobada tras un debate maratoniano de 14 horas con los votos del partido de Erdogan, el islamista Justicia y Desarrollo, que gobierna Turquía desde 2002, y su socio, el ultranacionalista MHP.
La ley, que entra en vigor el próximo 1 de octubre, prevé que toda red social con más de un millón de usuarios en Turquía debe establecer en el país una oficina con un representante legal, que debe ser ciudadano turco.
Además, la empresa debe almacenar localmente los datos de los mensajes, así como eliminar a petición judicial cualquier contenido que un tribunal considere “ofensivo”, una categoría que es muy amplia en Turquía.
El Gobierno argumenta que la ley es necesaria porque las compañías tecnológicas no han tomado medidas contra actividades como el acoso sexual, los juegos de azar ilegales, fraudes y apoyo al terrorismo.
El partido de Gobierno ya había advertido antes de que pretendía introducir medidas legales para mantener bajo control a los gigantes de las redes sociales como Twitter, Facebook y YouTube al obligarlos a eliminar contenido o asumir fuertes multas.
En caso de incumplimiento o falta de respuesta a las autoridades turcas se prevén sanciones de hasta cuatro millones de euros y una reducción del ancho de banda de hasta un 90%.
Los críticos denuncia que esta ley es una nueva vuelta de tuerca en el afán del Gobierno de controlar la información a la que pueden acceder los ciudadanos.
“Esta ley intenta dejar a la sociedad sin respiración y es contraria a la libertad de expresión”, señaló el diputado de la oposición Seyit Torun, miembro de la cúpula del partido socialdemócrata CHP. “Llevará a la censura, a la denuncia de voces opositoras y a una fuerte autocensura, con creciente miedo en las plataformas”, agregó.