- La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos pidió ayer a las autoridades de Bielorrusia que liberen a los detenidos por ejercer su derecho a la libre expresión, tras semanas de protestas contra el Gobierno de Alexandr Lukashenko en las que ha habido cientos de arrestos.
La portavoz de la oficina Elizabeth Throssell urgió a Bielorrusia a “garantizar el pleno respeto a las libertades de expresión, reunión y asociación”, después de las protestas celebradas los días 14 y 15 de julio en las que fueron arrestadas más de 300 personas, incluidos varios periodistas que cubrían esas manifestaciones. Throssell, portavoz de la oficina que dirige la alta comisionada Michelle Bachelet recordó que desde finales de mayo otros cientos de personas, incluyendo activistas de derechos humanos, han sido detenidos en protestas pacíficas en todo el país. Policías antidisturbios que han sido enviados a reprimir estas protestas “a menudo han hecho uso desproporcionado de su fuerza”, denunció la fuente oficial.
Las protestas piden que las elecciones convocadas en ese país del este de Europa el próximo 9 de agosto pueden desarrollarse con libertad y transparencia, y esta semana arreciaron por la negativa de la comisión electoral de registrar a dos candidatos de la oposición a Lukashenko. Se trata del exbanquero ucraniano Víctor Babariko, el principal rival del actual presidente, detenido en junio por supuesta evasión de impuestos y lavado de dinero; y del exdiplomático Valeri Tsepkalo, que no logró reunir las firmas necesarias para registrarse.
“Las restricciones a la libertad de expresión, reunión y asociación pueden minar la credibilidad del inminente proceso electoral”, advirtió ayer Throssell.
Lukashenko ostenta la presidencia de Bielorrusia, uno de los países menos democráticos de Europa, desde 1994, y ha vencido desde entonces todas las elecciones celebradas el país con porcentajes de votos superiores al 70%, algo visto con mucha desconfianza por los observadores occidentales.