- El Tribunal Supremo de EEUU ordenó ayer al presidente, Donald Trump, entregar su declaración de impuestos a un fiscal de Nueva York que le investiga, pero determinó que la Cámara de Representantes, controlada por la oposición demócrata, aún no puede acceder a esos documentos. Los fallos del Supremo en los casos de Nueva York y de la Cámara Baja suponen un empate para el mandatario, quien se ha resistido a hacer públicas sus declaraciones de impuestos, algo que sí han hecho todos sus antecesores a lo largo de la historia.
En el caso de Nueva York, siete de los nueve jueces del Alto Tribunal fallaron en contra de Trump, incluidos Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, a los que él mismo nominó. La sentencia, escrita por el presidente del Supremo, John Roberts, rechazó la idea de que Trump tiene una inmunidad absoluta frente investigaciones criminales mientras esté en el cargo, lo que va en contra de lo que habían argumentado los abogados del Departamento de Justicia. “Hace doscientos años, un gran jurista de nuestra corte estableció que ningún ciudadano, ni siquiera el presidente, está categóricamente por encima del deber común de presentar pruebas cuando se le solicita en un proceso penal”, dictaminó el tribunal, que añadió: “Reafirmamos ese principio hoy”.
Por su parte, el presidente de EEUU, Donald Trump, afirmó ayer que el caso por su declaración de impuestos es un “enjuiciamiento político”. “El Tribunal Supremo devuelve el caso a la Corte Inferior, argumentos para continuar. Todo esto es un enjuiciamiento político. Gané la caza de brujas de Mueller, y otras, y ahora tengo que seguir luchando en una Nueva York políticamente corrupta. ¡No es justo ni para esta Presidencia ni Administración!”, clamó Trump en su cuenta personal de Twitter.
“Seguiremos siendo amigos”. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, firmaron el miércoles durante la visita del mandatario mexicano a la Casa Blanca una declaración conjunta para “mantener los lazos de amistad” y “seguir avanzando” tras la entrada en vigor del acuerdo comercial alcanzado con Canadá (T-MEC). “Es un momento histórico en el que los dos países deben sentirse orgullosos. Con la firma de esta declaración nos comprometemos a mantener los lazos de amistad y acelerar el progreso para un mañana aún mejor”, manifestó el mandatario estadounidense. El presidente mexicano apuntó: “Fallaron los pronósticos, no nos peleamos, somos amigos y vamos a seguir siendo amigos”.