La Policía de Hong Kong detuvo al menos a 180 personas este domingo durante la protesta contra la ley de seguridad nacional que el Gobierno de Pekín planea aplicar en la antigua colonia británica y que recibió hoy el respaldo del cuerpo.
El comisionado de la Policía hongkonesa, Tang Ping-keung, expresó hoy su "apoyo completo" a la legislación prevista: "Desde junio del año pasado se han visto protestas violentas en las que criminales incluso detonaron bombas en los baños de un hospital. La Policía cree que la seguridad nacional está en riesgo y que es necesario tomar medidas antes de que la situación se deteriore aún más".
Este domingo miles de personas se manifestaron contra esa ley al considerar que restaría libertades a los hongkoneses.
La protesta se saldó con 180 detenidos, según la Policía, por "reunión ilegal" y por "causar desórdenes" públicos. Las fuerzas de seguridad acusan a algunos manifestantes de "atacar a agentes con ladrillos y paraguas" y de "arrojar botellas desde azoteas", lo que supone una "grave amenaza a la seguridad pública".
La legislación proyectada contra la que protestan prohibirá "cualquier acto de traición, secesión, sedición, subversión" contra el Gobierno central, además del "robo de secretos de Estado y la organización de actividades en Hong Kong por parte de organizaciones políticas extranjeras".
Actualmente, se debate en la Asamblea Nacional Popular china (ANP) y será aprobada antes de su conclusión el próximo jueves.
La controvertida jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, ha mostrado su completo apoyo a la decisión de Pekín, y un portavoz del Gobierno local aseguró el domingo que la nueva ley hará de Hong Kong "una ciudad más segura".
CONDENA DE LAS ORGANIZACIONES DE DERECHOS HUMANOS
No obstante, varias organizaciones civiles han condenado la medida que planea Pekín al considerar que limitará las libertades de los hongkoneses.
La ONG Human Rights Watch aseguró en un comunicado que esa ley amenaza "los derechos básicos de los hongkoneses" y utiliza "términos vagos usados frecuentemente por el Gobierno chino para frenar a la disidencia".
"Los hongkoneses tendrán que tener en cuenta arrestos y castigos legales por manifestarse, expresarse y otras libertades de las que han disfrutado", según la nota.
Asimismo, la ONG Defensores de los Derechos Humanos en China pide a Pekín que revierta su decisión porque "eliminaría cualquier diferencia" entre el territorio semiautónomo y la China continental.
"El Gobierno chino debe dejar de violar la Ley Básica (la miniconstitución de Hong Kong) y garantizar que los derechos de los hongkoneses se respetan. La comunidad internacional debe tomar medidas al respecto", afirma en su declaración.
Por su parte, Human Rights in China (HRIC) dijo en otro comunicado que la comunidad internacional debe ser consciente de la amenaza que supone "un régimen irresponsable que ignora sus compromisos internacionales".
Las protestas en Hong Kong se suceden desde hace varios años, aunque se han incrementado considerablemente en estos últimos meses y solo han sufrido un paréntesis con motivo del estallido de la pandemia por la covid-19.
Hong Kong regresó a manos de China en 1997 tras siglo y medio de dominación británica, después de que Londres y Pekín firmaran en 1984 una declaración conjunta por la que el Reino Unido renunció a su última colonia asiática.
El pacto estableció el mantenimiento durante 50 años de una serie de libertades en ese territorio que no están garantizadas en la China continental.