- Benjamín Netanyahu tomó posesión ayer como primer ministro de un Gobierno unitario israelí, puesto en el que se alternará con el centrista Beny Gantz, en lo que será su quinto mandato (el cuarto consecutivo), que asume acusado de corrupción y a una semana de acudir a juicio.
El Ejecutivo, con carácter de emergencia por el coronavirus y con el mayor número de ministros (34) de la historia del país, sacó ayer del bloqueo a Israel, que ha necesitado de tres elecciones en menos de un año y una pandemia para tener Gobierno.
Un Gobierno que iniciará “un proceso histórico” con la anexión de parte del territorio palestino de Cisjordania, según hoy anunció Netanyahu, pese a las advertencias de la comunidad internacional.
“Acercará la paz porque la paz está basada en la verdad”, defendió Netanyahu ante los reproches de los miembros de la Lista Unida Árabe (la tercera fuerza del Parlamento israelí) que le acusaron de trabajar “para lo contrario”.
Por primera vez en una década, un Ejecutivo israelí contempla un nombre diferente al de Netanyahu para la jefatura de Gobierno, que está previsto que en año y medio pase a Gantz, exactamente el 17 de noviembre de 2021.
Netanyahu y Gantz juraron ayer su cargo como primer ministro y primer ministro alterno respectivamente, lo que permitirá al político centrista, que mientras ocupará la cartera de Defensa, asumir directamente la jefatura de Gobierno en 18 meses.
Una mayoría de 73 diputados de los 120 del Parlamento israelí (Knéset) apoyó el nuevo Ejecutivo, durante una crispada sesión en la que la oposición interrumpió y criticó la controvertida alianza de los líderes, hasta hace poco rivales.
“Decidimos juntos dejar a un lado las divisiones y enfrentarnos a los desafíos que la pandemia nos plantea en materia de salud, economía y sociedad”, señaló Netanyahu, líder del partido derechista Likud. En el mismo sentido, Gantz, líder de Azul y Blanco, apeló a la “reconciliación” y respaldó el “gobierno de unidad nacional” al considerar que la alternativa era “una especie de guerra civil”.
El Gobierno tendrá 34 ministros y 16 viceministros repartidos entre Likud de Netanyahu (19) y Azul y Blanco de Gantz (15) con sus respectivos socios, lo que ha recibido numerosas críticas por el gasto público que supone en una de las peores crisis económicas del país.
De Azul y Blanco, el exjefe del Estado Mayor, Gabi Ashkenazi, ocupó la cartera de Exteriores; Avi Nissenkorn de Justicia; y su socio laborista Amir Peretz, Economía. Por el Likud, Yuli Edelstein es desde ayer el ministro de Sanidad e Israel Katz, hasta ayer Exteriores, pasó a Finanzas.
En cuanto a sus socios ultraortodoxos: Yaakov Litzman de Judaísmo por la Torá, quien ha liderado la crisis del coronavirus en Sanidad, pasó a Vivienda; y Aryeh Deri, de Shas, mantiene la cartera de Interior.
Durante este mandato, Netanyahu -que ya ha hecho historia en la política israelí como el primer ministro que más tiempo ha permanecido en el cargo- afrontará un juicio desde el próximo domingo 24 de mayo por los delitos de fraude, cohecho y abuso de confianza.