- El Gobierno birmano puso en libertad ayer a 25.000 presos del país, una de las mayores amnistías de la historia reciente del país, para conmemorar el año nuevo nacional y por motivos humanitarios ante la amenaza que representa la propagación del coronavirus en el territorio, aunque las autoridades sanitarias han anunciado que no se tiene constancia de nuevos casos.

El país no se ha visto gravemente afectado por la epidemia. Hasta ahora solo ha confirmado 85 casos y cuatro fallecidos, aunque mantiene todavía a 110 personas bajo vigilancia médica al presentar síntomas de la enfermedad, si bien las pruebas que se les han realizado hasta el momento han arrojado un resultado negativo. El presidente del país, Win Myint, no ha puesto obstáculos a la amnistía multitudinaria.