Esquipulas (Guatemala) - Más de 3.500 migrantes hondureños cruzaron Guatemala para ingresar a México por dos fronteras distintas, convencidos de llegar posteriormente a Estados Unidos en busca del sueño americano. Los hondureños, miembros de una nueva caravana migrante que partió de su país a primera hora del pasado miércoles, avanzaron por diversos puntos cardinales del territorio guatemalteco.
No ha sido fácil el trayecto para los migrantes desde su salida de Honduras y a su llegada a Guatemala el jueves. Más de 700 fueron atendidos en la ciudad de Guatemala por la organización no gubernamental Casa del Migrante, y otros 2.000 en sus sedes en el interior del país centroamericano.
La Cruz Roja delegada en Guatemala brindó "atención prehospitalaria" a 1.046 migrantes entre miércoles y jueves y también ofreció "apoyo psicosocial" a 717 de ellos, según sus propios datos.
La cifra sobre el total de hondureños fue confirmada este viernes por las autoridades migratorias de Guatemala, que contabilizaron el paso de 3.500 ciudadanos de aquel país entre miércoles y viernes.
Según la misma fuente, unas 2.700 personas registraron su ingreso a Guatemala y el resto lo hizo de manera ilegal.
Los migrantes hondureños entraron masivamente a Guatemala el pasado jueves por la mañana y durante las últimas horas se encaminaron a México, país al que pretenden ingresar por las fronteras de El Ceibo (al norte de Guatemala) y Tecún Umán (oeste).
La Procuraduría de los Derechos Humanos guatemalteca informó de que al menos 700 hombres, mujeres y niños se aglutinaron en El Ceibo para avanzar rumbo a México. La mayoría de ellos cruzaron el pasado miércoles de Honduras a Guatemala por el puesto fronterizo de el Corinto.
Al frente de la caravana que salió este viernes a primera horas desde Esquipulas iba Yarlin Antonio Lorenzo, un hondureño de 30 años que guiaba al grupo con una imagen religiosa. Lorenzo, quien se considera "un entusiasta de los derechos humanos", comanda al grupo con la experiencia de haber participado en la primera caminata que salió de la clandestinidad y atrajo la atención del mundo en octubre de 2018, en la denominada primera caravana migrante. El hondureño no tiene Estados Unidos como destino final, pues se involucró en el éxodo de sus compatriotas para apoyarlos en el duro trayecto de más de 500 kilómetros desde Honduras a México.
A los migrantes los espera en México un panorama incierto, pues las autoridades locales cerraron este viernes el paso fronterizo de La Ceibo y afirmaron además que no dejarían ingresar migrantes de manera ilegal. - Efe