Sídney - Las autoridades australianas han pedido a unas 240.000 personas que evacúen diversas zonas amenazadas por los incendios forestales en el estado de Victoria, una jurisdicción declarada en estado de desastre, mediante mensajes de texto enviados ayer. Las temperaturas rondaron los 40 grados en diversos puntos de Australia, mientras que se esperaba que durante la noche se recrudecieran las condiciones y se avivaran los incendios en el sureste del país, donde las llamas se han cobrado más de una decena de víctimas mortales y han destruido más de medio millar de casas. Un frente frío se desplaza hacia el centro y la costa este de Victoria con vientos de hasta 90 kilómetros por hora, según alertó la Oficina de Meteorología que ha puesto en alerta a la zona de East Gippsland, la Región Alpina y el noreste de este estado australiano.
En Victoria, estado que en febrero de 2009 vivió el peor incendio de la historia de Australia, con 173 fallecidos, se emitieron seis alertas de emergencia y tres de evacuación antes de que comenzara la noche por considerarse que los fuegos pondrían en riesgo la vida de las personas. En el estado aledaño de Nueva Gales del Sur, unos 3.300 bomberos luchaban ayer contra 137 incendios, de los cuales 66 arden sin control.
El cambio de los vientos provenientes del sur, que crean una situación errática y agravarán varios de los focos, han puesto en peligro la región alpina, colindante con Victoria, así como la localidad de Coonabarabran, a 459 kilómetros al oeste de Sídney y que aloja un poderoso telescopio astronómico. En las localidades de Tumut y Tumbarumba, a 411 kilómetros al suroeste de Sídney, "un par de focos están convergiendo en varios lugares. Al final de la jornada e independientemente de lo sucedido por la noche, el resultado es otro complejo de fuegos que se han unido para crear otro enorme problema", dijo el comisionado de los bomberos de NSW, Shane Fitzsimmons.
Mil millones de animales muertos Desde que los incendios comenzaron en septiembre pasado, en Australia han causado 26 víctimas mortales, calcinado más de 2.000 casas y arrasado una superficie equivalente a Irlanda; además, se calcula que mil millones de animales salvajes podrían habrían muerto. Enormes masas de humo de los incendios de Australia han alcanzado ya la estratosfera y están recorriendo miles de kilómetros, afectando las condiciones atmosféricas a nivel mundial, según la NASA. Una flota de satélites de la agencia está rastreando los aerosoles y el humo de estos incendios masivos, que no solo están causando devastación local. Las condiciones sin precedentes que incluyen el calor abrasador combinado con una sequedad histórica, han llevado a la formación de un número inusualmente grande de eventos de pirocumulonimbos (pyrCbs). PyroCbs son esencialmente tormentas eléctricas inducidas por el fuego. Son activados por la elevación de cenizas, humo y material en llamas a través de corrientes ascendentes sobrecalentadas. A medida que estos materiales se enfrían, se forman nubes que se comportan como tormentas eléctricas tradicionales pero sin la precipitación que las acompaña.
Los eventos de PyroCb proporcionan un camino para que el humo llegue a la estratosfera a más de 16 kilómetros de altitud. Una vez en la estratosfera, el humo puede viajar miles de kilómetros desde su fuente, afectando las condiciones atmosféricas a nivel mundial. Los efectos de esos eventos, ya sea que el humo proporcione un enfriamiento o calentamiento atmosférico neto, lo que sucede con las nubes subyacentes, etc.) es actualmente objeto de un intenso estudio.
La NASA está rastreando el movimiento del humo de los fuegos australianos elevados, a través de eventos de pyroCbs, a más de 15 kilómetros de altura. El humo está teniendo un impacto dramático en Nueva Zelanda, causando graves problemas de calidad del aire y oscureciendo visiblemente la nieve en las montañas.
Más allá de Nueva Zelanda, para el 8 de enero, el humo había recorrido la mitad de la Tierra, cruzando América del Sur, volviendo el cielo nebuloso y causando coloridos amaneceres y puestas de sol.
Se espera que el humo haga al menos un circuito completo por todo el globo, volviendo una vez más a los cielos sobre Australia. - Efe