LONDRES. La Cámara Baja del Parlamento de Reino Unido ha autorizado sin votación la convocatoria de la sesión, que finalmente se desarrollará en un formato distinto al requerido por el Gobierno de Boris Johnson. El Ejecutivo aspiraba a resolver todo el debate en apenas hora y media.
El líder del Partido Conservador en los Comunes, Jacob Rees-Mogg, propuso un formato en el que el Johnson se limitaría a exponer el resultado de las negociaciones como paso previo a una moción con dos vías: "Aprobar un acuerdo o aprobar una salida sin acuerdo".
Sin embargo, el Gobierno ha visto cómo sus planes se han truncado con la aprobación de una iniciativa que abre la puerta a la presentación de enmiendas. La medida ha salido adelante con 287 votos a favor y 275 en contra y supone una nueva derrota para una administración que no tiene mayoría estable en el Parlamento.
El 19 de octubre es una fecha clave porque es el límite introducido en una ley aprobada en septiembre por los diputados para conseguir la ratificación de un acuerdo. De lo contrario, dicha ley obliga a Johnson a enviar una carta a Bruselas para pedir una nueva prórroga y evitar una salida abrupta a finales de mes.