Buenos Aires La victoria del candidato peronista Alberto Fernández en las elecciones primarias de Argentina ha despertado en Brasil el temor del retorno del proteccionismo y ha sembrado algunas dudas sobre el Mercosur, según representantes del sector industrial y analistas.

El firme apoyo del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, a su homólogo argentino, Mauricio Macri, quien busca la reelección y fue derrotado el pasado 11 de agosto en las primarias por el opositor Fernández, podría tensar las relaciones con un posible cambio de Gobierno en Argentina.

Bolsonaro, en el poder desde el pasado 1 de enero, no ha escondido su animadversión hacia Fernández, quien tiene como compañera de fórmula a la senadora y expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), y ha expresado su recelo desde el punto de vista comercial.

El jefe de Estado ha transmitido su preocupación por el retorno del “kirchnerismo” y “la consecuente implementación de una ideología contraria a los intereses de integración”, así como su temor ante un “retroceso” en el recién firmado acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE).

El ministro de Economía, Paulo Guedes, fue un paso más allá esta semana y amenazó con dejar el Mecosur -bloque que también integran Paraguay y Uruguay- si el peronismo vence en las elecciones del próximo 27 de octubre en Argentina y decide oponerse a la apertura comercial del bloque.

“El Mercosur, claro, es un vehículo de inserción de Brasil en el mercado internacional. Pero, ¿y si Cristina Kirchner entra y cierra su economía? Si la quieren cerrar, salimos del Mercosur. ¿Si quiere dejarla abierta? Bien, continuamos”, afirmó Guedes durante un evento con inversores en Sao Paulo.

Argentina es el tercer mayor comprador de las exportaciones brasileñas y la preocupación, según analistas, es saber cómo quedará la relación entre ambos países en caso de una victoria de Fernández. “¿Desde cuándo Brasil necesitó de Argentina para crecer?”, cuestionó el ministro de Economía de Brasil.

El especialista en relaciones internacionales, Arnaldo Cardoso, de la Universidad Mackenzie, dijo afirma que Argentina “siempre será importante para Brasil, independiente del tinte político de su Gobierno”.

En el caso del acuerdo Mercosur-UE, señaló que “es necesaria una agenda inteligente para implementarlo con armonía, independiente de la ideología” y de la “polarización” con el 80% de votos concentrados.

El economista jefe de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP), André Rabelo, por su parte, reconoció la cautela que existe frente a un eventual cambio de Gobierno en Argentina, “un importante aliado comercial y con el que se tiene negocios en productos sensibles como los automóviles o el trigo”.

“Cada país tiene su agenda, con sus necesidades y dificultades de implementación. Felizmente, Brasil pasa por un momento en el que el equilibrio de fuerzas conduce reformas que estaban en agenda y consiguieron avanzar, y esperamos que Argentina consiga implementar la suya. Brasil prefiere una Argentina creciendo”, agregó el economista de la patronal más influyente del país.

Y el presidente de la Asociación Brasileña de la Industria de Calzados (Abicalçados), Haroldo Ferreira, comentó a Efe las dificultades ya registradas en los últimos meses en el mercado argentino por la crisis en el país vecino. Entre enero y julio los ingresos por exportaciones de calzado a Argentina, su segundo destino después de Estados Unidos, cayeron un 11,1 %, a pesar de un aumento del 21 % del volumen vendido.