Viena - Irán ha violando por primera vez este lunes, si bien por la mínima, el acuerdo nuclear cerrado en 2015 para asegurar que no planea desarrollar armas atómicas, un incumplimiento en respuesta a las más recientes sanciones y presiones de Estados Unidos, y que aumenta aún más la tensión.

Tras cuatro años de respeto a sus compromisos, Irán anunció ayer que ha superado la cantidad de uranio enriquecido que se le permite almacenar según el pacto cerrado con Alemania, China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia.

Con 2,2 kilos se trata de un exceso del 1% de uranio enriquecido a un nivel que no permite ser usado en armas atómicas. Sin embargo, se trata del primero de una serie de incumplimientos anunciados por Irán en respuesta a la creciente presión de Estados Unidos.

Washington no sólo se salió del llamado plan de acción conjunto (JCPOA, siglas en inglés) el año pasado sino que ha aprobado nuevas sanciones que castigan duramente las vitales exportaciones petroleras de la República Islámica.

El ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, y uno de los artífices del acuerdo, manifestó en Teherán que su país, “según lo anunciado”, había superado el límite de 300 kilos de hexafluoruro (UF6) de uranio enriquecido al 3,67% que marca el acuerdo.

Ante las sanciones de Washington, Irán había dado un ultimátum al resto de firmantes del pacto, especialmente a los europeos: o se le ofrecían soluciones y ayudas que compensaran las sanciones de Washington o comenzaría a incumplirlo poco a poco.

“Los europeos se comprometieron a garantizar la venta del petróleo de Irán, y no lo hicieron; los europeos se comprometieron a garantizar el transporte, y tampoco lo cumplieron; también se comprometieron a garantizar el retorno de los activos iraníes y la venta de petróleo y tampoco lo cumplieron”, denunció ayer Zarif.

Petróleo La respuesta europea ante la presión de la primera potencia mundial fue la puesta en marcha de un mecanismo que busca sortear las sanciones y permitir el comercio con Irán, pero que no ha satisfecho a Teherán en el punto esencial: la venta de petróleo.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó también que se ha excedido la cantidad de combustible nuclear permitido, e informó a la Junta de Gobernadores, su órgano ejecutivo, y al Consejo de Seguridad de la ONU, que debe decidir ahora si convoca una reunión de emergencia. Esos 2,2 kilos en los que Irán se ha excedido son, de momento, más un símbolo que una gran amenaza. Por un lado, la pureza del combustible no sirve para fabricar una bomba. Por otro, como fuentes diplomáticas iraníes recuerdan, ese exceso puede ser eliminado “en 30 minutos”.

Más grave sería si se cumple la segunda amenaza: elevar el grado de pureza del uranio por encima del 3,67%, un nivel en el que sólo puede ser empleado para aplicaciones civiles, si hasta el 7 de julio no hay respuesta a su demanda de soluciones a las sanciones.