Jartum - La Fiscalía sudanesa acusó ayer al expresidente Omar al Bashir de “la muerte” de manifestantes durante las protestas que comenzaron en diciembre y que llevaron a su derrocamiento el pasado 11 de abril en medio de un clima de inestabilidad y tras el fallecimiento de decenas de personas.
En un comunicado, la Fiscalía acusó a Al Bashir, entre otras personas, de “incitar y participar en la muerte de los manifestantes durante los últimos acontecimientos”.
La acusación se formuló en base a la denuncia del “asesinato de Babakr Mohamed, que murió en la zona de Burri”, en referencia al médico sudanés que pereció el pasado 17 de enero por un tiro a “costa distancia” mientras “intentaba curar a los heridos” en las manifestaciones, denunciaron opositores y organizaciones de derechos humanos.
Asimismo, la Fiscalía pidió que “se aceleren las investigaciones en todas las denuncias de asesinatos en los últimos acontecimientos”, sin dar más detalles al respecto.
Tres causas abiertas En abril, el director de Sanidad del estado de Jartum, Babakr Mohamed Ali, anunció que 53 personas murieron y miles resultaron heridas en el estado de Jartum y las regiones vecinas desde el comienzo de las manifestaciones en diciembre de 2018, única cifra oficial ofrecida hasta el momento. Las organizaciones de derechos humanos y la oposición denunciaron durante los pasados meses el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía, incluso el empleo de fuego real contra los manifestantes. Son a tres las causas o investigaciones abiertas contra Al Bashir desde su derrocamiento. El pasado 20 de abril, la fiscalía ordenó una investigación sobre él por blanqueo de dinero y posesión de grandes cantidades de moneda extranjera tras encontrar en su residencia más de 6 millones de euros, 351.000 dólares y 5 millones de libras sudanesas, por lo que podría ser condenado hasta a 10 años de cárcel. - Efe