Caracas - Nicolás Maduro y Juan Guaidó medirán sus fuerzas en las calles de toda Venezuela, tras el llamamiento de ambos a sus seguidores a defender sus planteamientos con movilizaciones callejeras.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acompañado de la cúpula militar dio una rueda de prensa en el palacio presidencial de Miraflores, en la que anuncio el desarrollo de maniobras militares de alto nivel en el mes de enero, con el fin de “estar preparados” para defender la soberanía y la integridad territorial de Venezuela.

Maduro pidió que sus seguidores salieran a detener el “golpe de Estado” mientras que Guaidó, llamaba a una nueva movilización la próxima semana y a otras dos actividades este fin de semana en contra del Gobierno de Nicolás Maduro, al que tacha de “ilegítimo”.

En su primera aparición pública desde que juró asumir como presidente interino del país, Guaidó llamó a participar este sábado en asambleas populares en los 335 municipios para prepararse de cara a una “gran movilización” la próxima semana, de la que no ofreció mayores detalles.

El presidente Maduro, pidió ayer veinte años de cárcel para los manifestantes que incurran en actos vandálicos y aseguró que la oposición está detrás de la violencia desatada esta semana durante las protestas antigubernamentales. “Le he pedido al fiscal general (Tarek Saab) que sea celoso en la aplicación de la máxima pena de veinte años de cárcel a todo el que se capture en la calle quemando, asaltando y haciendo actos de vandalismo que son pagados con dólares”, dijo el mandatario en una rueda de prensa en el palacio presidencial de Miraflores.

“quemado vivo” “Efectivamente, en la noche del 23 de enero hubo actos vandálicos, de grupos de asaltantes pagados por la derecha extrema que está dando el golpe de Estado en Venezuela”, señaló Maduro en alusión a la oposición. El líder chavista aseguró que, en medio de estas protestas, un hombre fue “quemado vivo en un punto donde estaba un grupete de asaltantes de la oposición gritando consignas” y que a otro lo sacaron del camión en el que iba e incendiaron el vehículo. “No podemos callar estos crímenes (...) Hay detenidos por todos estos casos, todos los casos donde ha habido actos vandálicos están siendo investigados, hay presos y van a ser juzgados (...) A estos grupos vandálicos los vamos a buscar con la colaboración de todos los vecinos y los vamos a meter en la cárcel”, sostuvo.

El jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, quien hace dos días se autoproclamó presidente interino, dijo que, si las autoridades llegaran a encarcelarle, sería un “golpe” de Estado, pues, reiteró, su autoridad es “legítima”. “Se ha corrido mucho el rumor de si me van a meter preso o no (...) Golpe sería si me llevan, eso es un golpe”, dijo a modo de respuesta al jefe del Estado, Nicolás Maduro, que le acusa de golpista por haberse proclamado presidente interino. Guaidó cree que hasta ahora no lo han detenido, pese a que la Justicia emplazó a la Fiscalía a determinar las responsabilidades de su actuación, porque la misma se ajusta a un marco constitucional.

Maduro, que se mostró a favor del diálogo, aseguró ayer que “siempre ha habido canales de comunicación” con la oposición venezolana y que está comprometido con el diálogo “a pesar de las recientes acciones de la oposición venezolana y la injerencia extranjera”. El presidente reveló que la víspera de que Guaidó se autoproclamara mantuvo una reunión con el presidente de la Asamblea Constituyente, Diosdado Cabello en la que le aseguró que no iba a haber ninguna juramentación.

Maduro, dijo que conoce al jefe del Parlamento, Juan Guaidó -quien se ha atribuido la Presidencia interina del país- y aseguró que el diputado es un “agente de los gringos”.

“Lo conozco, es un agente de los gringos en Venezuela, que lo formaron como agente y lo metieron en la política, un agente del gobierno de los Estados Unidos. Lo sé y va a cumplir órdenes de ellos, no tiene capacidad de pensar él”, dijo. Comentó que el dirigente chavista Freddy Bernal supuestamente presente en la reunión con Guaidó en la que habría solicitado un diálogo con su Gobierno. “Cuando Freddy Bernal me informó eso, yo le dije desde mi corazón, con mucho respeto: no le creo nada, porque yo se quién es él”, contó.

Cuando deje la “usurpación” Guaidó aseguraba estar dispuesto a “hablar” con el Gobierno de Nicolás Maduro si este deja de ser “usurpador” de la Presidencia y se convocan “elecciones libres”. “Cese de la usurpación, gobierno de transición y las elecciones libres, bienvenidos a hablar en el momento que sea, eso lo extiendo además, al alto mando militar, a todos los funcionarios, como quieran, los esperamos en el despacho de la Asamblea Nacional (Parlamento)”, dijo Guaidó.

El mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, preguntado por el ultimátum que va a darle Madrid para que convoque elecciones, señalaba que el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, parece “repetir el guión” del exjefe del Ejecutivo José María Aznar (1996-2004) “apoyando el golpe de Estado” de 2002 con su respaldo a Juan Guaidó. “Pareciera repetir el guion de José María Aznar apoyando el golpe de Estado de 2002. Ahora viene a apoyar con vergüenza el golpe de Estado en Venezuela”, dijo Maduro.

Además, calificó al ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell, como un hombre con “la lengua destemplada” después de que este exigiera “una intervención” de la Unión Europea (UE) “para que haya elecciones libres, democráticas y con garantías” en Venezuela y de ese modo “evitar que la cosa vaya a peor”.

Por eso Maduro dijo que Venezuela se planta “frente a España como siempre” lo ha hecho frente a “su racismo, su discriminación” y aseguró que la va a derrotar, como considera que lo hizo con el conservador José María Aznar. “España no puede dar ningún consejo a la Venezuela bolivariana”, afirmó Maduro. Aseguró que a Venezuela “nadie le amenaza” y por eso va a seguir su camino. “Y si quieren irse, que se vayan con su embajador y su personal, que se vayan. Estamos decididos a ser libres y no nos calamos (aceptamos) el chantaje de nadie, ni del Gobierno español, ni de José María Aznar, ni de Borrell”, aseguró Maduro recordando el apelativo despectivo de “sudacas” con el que en España se refieren a los sudamericanos. Sin embargo, Maduro aseguró que con su mensaje estaba “siendo decente con España” y le dijo que le van a dar a España “una lección” con el manejo de la crisis actual.