Yakarta - Tras casi tres meses de búsqueda, Indonesia encontró ayer la segunda caja negra del avión de Lion Air que puede esclarecer los detalles sobre los últimos minutos del avión que se estrelló el 29 de octubre en el mar de Java con 189 ocupantes sin dejar supervivientes. Junto a los datos de vuelo recopilados en el primer dispositivo encontrado a los tres días del siniestro, los investigadores poseen ahora la grabación de la conversación entre los pilotos en la cabina, que podría completar el rompecabezas de las causas del accidente. Un equipo de buzos militares encontró ayer el dispositivo, de tamaño inferior a un balón de fútbol, a 38 metros de profundidad y enterrado 8 metros bajo el barro del suelo marino en las aguas cercanas al cabo Karawang donde ocurrió el accidente, según reveló el portavoz de la Marina, Agung Nugroho.

La búsqueda a contrarreloj, ya que la baliza de la caja negra contaba solo con 15 días adicionales de alimentación, era dificultada por las tuberías de gas y petróleo que impidieron anclar a los barcos, las fuertes corrientes y el suelo fangoso. “La señal de la caja negra empezaba a debilitarse ya que llevaba semanas enterrada”, dijo Agung.

El rastreo de la embarcación militar KRI Spica, equipada con sónares y magnetómetros, era el último esfuerzo de las autoridades indonesias para encontrar el dispositivo, tras llegar a interrumpir la búsqueda entre noviembre y enero por problemas presupuestarios y retrasos administrativos. El Comité Nacional para la Seguridad en el Transporte (KNKT), que se encarga de investigar el siniestro, elaboró en noviembre un informe preliminar a partir de los datos de vuelo de la aeronave que no determina culpabilidades. El documento se centra en el manual operativo del modelo pero carece de la información crucial que intercambiaron el comandante y su segundo antes de caer. - Efe