WASHINGTON. El Gobierno estadounidense funciona a medio gas desde el pasado 22 de diciembre porque el Congreso, tanto los demócratas como algunos republicanos, se ha negado a liberar 5.000 millones de dólares para construir el polémico muro, haciendo naufragar así el acuerdo sobre el nuevo techo de gasto.

Trump se vio el miércoles con los líderes de ambos partidos en el Congreso y este viernes lo ha vuelto a intentar, a pesar de que los demócratas aprobaron el jueves un paquete legislativo que contempla los fondos necesarios para reactivar el Gobierno y una partida especial para seguridad fronteriza, pero no el muro.

Estaba programado que el personal de la Casa Blanca se reuniera con representantes del Congreso este viernes para abordar la paralización política que sufren ambas Cámaras, pero dicha reunión se ha trasladado al sábado a las 11 de la mañana, hora local.

"No habrá nada para el muro", dijo a NBC la nueva presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Trump "no tiene tal capacidad de persuasión como para que queramos hacer algo que no será eficaz y costará miles de millones", apostilló.

Los demócratas han enviado un potente mensaje a Trump, aunque podría quedarse solo en eso. El Congreso se renovó el jueves conforme a las 'midterms' del 6 de noviembre. Los demócratas han tomado el control de la Cámara de Representantes, pero su proyecto de ley descarrilará previsiblemente en el Senado, que sigue en manos republicanas.

"Simplemente, hemos tenido una larga y a veces tediosa conversación con el presidente", ha dicho Pelosi a la prensa al término de la reunión de este viernes. "Hemos acordado continuar con las conversaciones, pero hemos dejado muy claro que en realidad no podremos resolver esto (la cuestión fronteriza) hasta que reabramos el Gobierno", ha insistido.

Según el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, Trump "se ha resistido". "De hecho, ha dicho que mantendrá el Gobierno cerrado durante mucho tiempo, meses o incluso años" hasta conseguir la financiación necesaria para blindar la frontera sur.

"EMERGENCIA NACIONAL"

Trump ha confirmado en rueda de prensa que mantendrá la parálisis administrativa si no obtiene una reforma integral. "No vamos a hacerla pedazos", ha declarado. "La frontera es un problema mucho más peligroso" de lo que creen los demócratas, tiene que ver con migración, tráfico de personas, de armas y de drogas y con "terrorismo", ha recalcado.

Incluso ha revelado que ha sopesado usar sus poderes ejecutivos para declarar una "emergencia nacional" en la frontera y construir el muro sin el visto bueno del Congreso. "Sí, lo he considerado. Y lo puedo hacer, si quiero (...) Es otra forma de hacerlo", ha respondido a preguntas de los periodistas.

Además, ha reiterado que México pagará el muro, incidiendo en su teoría de que ese dinero saldrá de los beneficios adicionales que Estados Unidos obtendrá del nuevo acuerdo comercial para América del Norte, del que forman parte sus vecinos mexicanos y canadienses. Los 5.000 millones en los que está valorado el muro son "cacahuetes", ha sentenciado.

METAL Y CEMENTO

La periodista de CNN Kaitlan Collins ha reprochado a Trump que, dos años después de llegar a la Casa Blanca, no ha cumplido su principal promesa electoral: levantar un muro de cemento en la linde con México. El presidente ha negado la premisa aduciendo que será de metal.

"Si hacemos el muro de metal, en lugar de cemento, creo que a la gente le gustará", ha indicado. "El metal es mucho más fuerte que el cemento (...) y ahora tenemos un gran negocio metalúrgico", ha explicado. No obstante, ha disculpado la 'ignorancia' de la reportera: "Sé que no estás en el negocio de la construcción, no lo entiendes".

Pese a todo, Trump se ha mostrado optimista por cuanto el cierre del Gobierno "se resolverá rápidamente" si demócratas y republicanos llegan a un acuerdo sobre el techo de gasto que incluya el muro. "Estoy muy orgulloso de lo que estoy haciendo (...) Se llama hacer lo que tienes que hacer por la seguridad del país", ha remachado.