Managua - El Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala solicitó el pasado jueves al Gobierno de Estados Unidos el envío de informes sobre la atención migratoria y hospitalaria del niño guatemalteco de ocho años que falleció tras su detención en la frontera con México.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores está atento y haciendo todas las diligencias para pronto cumplir con la repatriación del menor”, ha afirmado el Ministerio a través de su cuenta en la red social Twitter. “El Gobierno de Guatemala solicita al gobierno de Estados Unidos apoyo con todas las investigaciones y aclaraciones del caso”, aseveraba. Además, el Ministerio ha informado de que ha enviado una nota diplomática al secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, para que se realicen las investigaciones respectivas.
La Agencia de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP) de Estados Unidos confirmó el martes la muerte de Felipe Gómez Alonzo, de 8 años, que llegó a Estados Unidos el 18 de diciembre junto a su padre y otro grupo de migrantes.
El día mismo de su llegada comenzó a presentar “signos de una enfermedad potencial” y se le llevó a un hospital de Alamogordo, en Nuevo México, donde le diagnosticaron un simple catarro. Poco después volvía al mismo centro donde finalmente murió.
Evaluación Según el grupo médico que hizo la autopsia al cuerpo del menor, tras examinar sus pulmones y mucosas, realizó otros exámenes que dieron “positivo” en Influenzavirus B, uno de los virus causantes de la gripe, se detalla en un comunicado. El grupo de médicos también advierte de que para “determinar la causa precisa de la muerte, se necesita una evaluación adicional de otras muestras de laboratorio”, por lo que todavía no se puede concluir que la gripe causara la muerte del menor inmigrante. Se trata de la segunda muerte de un menor migrante al cuidado de las autoridades estadounidenses. La primera se produjo el pasado 8 de diciembre. Jakelin Caal, guatemalteca de 7 años, comenzó a tener fiebre, vómitos y convulsiones. Fue trasladada a un hospital de Texas, donde murió horas después. - Efe