Rabat - El Gobierno marroquí confirmó ayer que el asesinato de dos turistas escandinavas el pasado lunes en una región montañosa del Atlas cercana a Marrakech fue “un atentado terrorista”, pero el portavoz del Gobierno, Mustafa Jalfi, subrayó que éste es “un país estable y seguro”.

En rueda de prensa, Jalfi utilizó en varias ocasiones la palabra “terrorista”, que hasta ahora las autoridades se habían mostrado reacias a emplear, para calificar el asesinato el pasado lunes de la estudiante danesa Louisa Vesterager Jespersen, de 24 años, y de la noruega Maren Ueland, de 28.

Poco después de la declaración del portavoz, se hizo público un vídeo en el que aparecen los sospechosos del atentado jurando lealtad al autodenominado Estado Islámico (EI), en medio de referencias a la guerra en Siria y de insultos al propio rey Mohamed VI.

Cuatro individuos aparecen con la bandera negra del EI a sus espaldas mientras juran lealtad al emir Abu Bakr al Bagdadi: “Tienes en Marruecos a unos soldados que nadie conoce aparte de Alá, y van adelante para apoyar la religión de Dios”, señala el líder del grupo ante la cámara.

Los cadáveres de las dos turistas escandinavas fueron encontrados, degollados, en una tienda de campaña, donde habían pasado la noche del domingo, en las faldas del monte Toubkal, la cumbre del Atlas (4.167 metros), uno de los destinos preferidos por el turismo de montaña en Marruecos. Hay cuatro sospechosos detenidos por su relación con el caso, pertenecientes según la Fiscalía a “un grupo extremista” que hasta el momento no se menciona oficialmente. - J. Otazu