Washington - La primera dama de EEUU, Melania Trump, visitó ayer la frontera sur y confió en que se reunifique “rápido” a las familias de inmigrantes que han sido separadas, en un intento de mejorar la imagen de la Casa Blanca que quedó eclipsado por un enigmático mensaje inscrito en su gabardina.

“Quiero preguntarles cómo puedo ayudar a que estos niños se reúnan con sus familias lo más rápido posible”, dijo la primera dama en un centro de detención temporal de menores indocumentados en McAllen (Texas), una localidad limítrofe con México. La visita, que no estaba anunciada y no se hizo pública hasta que Melania aterrizó en Texas, llegó cuatro días después de que la primera dama declarara, mediante su portavoz, que odiaba “ver a los niños separados de sus familias”.

Por entonces, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, insistía en que el Congreso era el único que podía acabar con esa separación, a pesar de que esta es una consecuencia directa de la política del mandatario de procesar criminalmente a los indocumentados que llegan a la frontera. Trump empezó a dar marcha atrás este miércoles, cuando ordenó alojar a partir de ahora a los niños inmigrantes junto a sus padres en centros de detención, y ayer aseguró que había instruido a su Gobierno que tome medidas para que los más de 2.300 menores que han sido separados de sus padres puedan reencontrarse con ellos.

Pero todavía hay muchas incógnitas sobre cómo se implementarán esas medidas, y Melania Trump quiso lavar la cara de la Casa Blanca al encontrarse con algunos menores indocumentados e interesarse por su bienestar.

“¿Cuánto tiempo llevan aquí? ¿De dónde son?”, preguntó la primera dama a un grupo de niños en el centro de detención temporal Upbring New Hope, que alberga a 55 menores de entre 12 y 17 años, la mayoría procedentes de Guatemala y entre los que seis de ellos han sido separados de sus padres, según la Casa Blanca.

Escrito en la espalda Sin embargo, la atención de los medios y las redes sociales se desvió a un tema aparentemente frívolo: el vestuario de la primera dama. Cuando subió a su avión a las afueras de Washington para despegar rumbo a Texas, Melania se dejó fotografiar con una gabardina caqui que tenía la frase “En realidad no me importa, ¿y a ti?”, escrita en mayúsculas blancas en la espalda. La primera dama no llevó la gabardina durante su visita a McAllen, pero volvió a ponérsela cuando aterrizó de vuelta en Washington y cuando entró en la Casa Blanca.

La chaqueta fue objeto de todo tipo de especulaciones en las redes sociales, donde algunos lo interpretaron como un mensaje de la Casa Blanca a la base de votantes de Trump, que podría sentirse inquieta ante los gestos amables de Melania hacia los inmigrantes.

La portavoz de la primera dama, Stephanie Grisham, aseguró en un comunicado que era simplemente “una chaqueta” y que “no había ningún mensaje oculto”.

Pero Trump quiso ofrecer poco después una explicación al misterio, y lo presentó como una indirecta a los medios de comunicación. “En realidad no me importa, ¿Y a ti?, que estaba escrito en la parte posterior de la chaqueta de Melania, se refiere a los Medios de Comunicación Falsos. ¡Melania se ha dado cuenta de lo deshonestos que son, y a ella realmente ya no le importa! (sic)”, tuiteó Trump.

En mayo, Melania dejó claro su descontento con el tratamiento que los medios hicieron de su hospitalización tras ser operada del riñón, que fue inusualmente largo y generó rumores sobre que la causa de su ausencia podía ser otra. Fuera esa o no la razón, la peculiar elección de vestuario de Melania copó las portadas y eclipsó el contenido de su visita a Texas, que estaba destinado supuestamente a elevar el perfil público de la primera dama y su implicación en temas políticos.

Declaración. La visita, que no estaba anunciada y no se hizo pública hasta que Melania aterrizó en Texas, llegó cuatro días después de que la primera dama declarara, mediante su portavoz, que odiaba “ver a los niños separados de sus familias”.

Rectificación. Trump empezó a dar marcha atrás este miércoles, cuando ordenó alojar a partir de ahora a los niños inmigrantes junto a sus padres.

Gabardina. Algunos vieron en la frase un mensaje de la Casa Blanca a la base de votantes de Trump, que podría sentirse inquieta ante los gestos amables de Melania hacia los inmigrantes.