Bruselas - Los ministros de Defensa de la OTAN preparan hoy y mañana viernes la cumbre de líderes de la Alianza de julio en un contexto de división entre Estados Unidos y Europa en ámbitos como el comercio, el acuerdo nuclear iraní y el cambio climático, tras las medidas unilaterales de Washington al respecto. Además, sobre la mesa está la exigencia de la Casa Blanca a los socios del Viejo Continente de destinar al menos un 2% de sus PIB al gasto en defensa de aquí a 2024, un punto que también ha generado tensiones por el interés del presidente Donald Trump en alcanzar esa cifra lo antes posible.

No obstante, el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, aseguró ayer que los “serios” desacuerdos sobre el comercio, el cambio climático o el pacto iraní entre los aliados no debilitan la Alianza.

“Mi mensaje es que, pese a esos desacuerdos, debemos asegurar que seguimos reforzando y sosteniendo la cercana asociación en seguridad entre los aliados de la OTAN. La buena noticia es que, pese a esas diferencias serias, hemos sido capaces de hacer exactamente eso”, afirmó. Stoltenberg se expresó en ese sentido durante la rueda de prensa previa a la reunión ministerial, donde recalcó que “no se ve ningún debilitamiento” del vínculo transatlántico de la OTAN, sino que este se ha fortalecido. De todas formas, fuentes diplomáticas reconocieron que esos desencuentros “inciden negativamente en la salud y fortaleza” de la relación transatlántica. - Efe