Managua - Los disturbios continuaron ayer por cuarto día en Nicaragua pese a que el presidente Daniel Ortega anunció que buscaría junto con los empresarios una alternativa a la reforma de la seguridad social, que desencadenó las mayores protestas de los últimos once años de Gobierno sandinista. Los brotes violentos durante las protestas iniciadas el miércoles se han cobrado 10 muertos, según el Gobierno, aunque manifestantes y organizaciones de derechos humanos elevan esa cifra a 27, entre ellos un policía y un periodista.

Soldados del Ejército de Nicaragua, donde el ambiente sigue siendo de tensión, están desplegados en varias ciudades por segundo día consecutiva, tras una noche de enfrentamientos y vandalismo, que se recrudecen jornada a jornada.

Este domingo, quinto día de protestas, también amaneció con saqueos de tiendas y supermercados en Managua y otras ciudades del interior del país.

En imágenes divulgadas por medios y redes sociales se ve a personas cargando objetos producto de saqueos en tiendas y supermercados de Managua. “Grupos de vándalos de la derecha están saqueando esta madrugada las sucursales de los supermercados Palí en Linda Vista y en el sector de Santa Ana y el Arbolito”, denuncia el portal gubernamental El 19 Digital, que divulga fotografías y en las que no hay presencia policial. Entre tanto, organizaciones contrarias a las reformas a la seguridad social denunciaron que son grupos afines al Gobierno los que están saqueando los centros comerciales y buscan confundir a la población en un intento de deslegitimar su lucha.

En esas imágenes también puede verse a jóvenes que portan armas, muchas de fabricación casera idénticas a las usadas en Venezuela, que disparan contra las fuerzas antidisturbios.

En un mensaje a la nación transmitido por cadena obligada de radio y televisión, Ortega, quien apareció este sábado por primera vez desde que comenzó la crisis, reafirmó que retomará el diálogo con el sector privado para discutir sobre las nuevas reformas en la seguridad social. “Si en la mesa (de diálogo con los empresarios) se encuentra una mejor forma de aplicar ese ajuste” se puede modificar ese decreto o anularlo y hacer uno nuevo, dijo el mandatario.

Mientras el gobernante ofrecía su mensaje a la Nación seguían los enfrentamientos en Managua entre manifestantes y la Policía y los afectos al Gobierno, una escena que se repite desde el miércoles. Ortega responsabilizó de la violencia a “pequeños grupos de la oposición” que “conspiran contra el modelo de alianzas porque piensan que entonces van a tomar el Gobierno y no les importa a costa de lo que sea”.

“Mientras (Daniel) Ortega habla de diálogo, en estos momentos estudiantes y pobladores continúan siendo agredidos, reprimidos por las fuerza del régimen”, denunció en una declaración el Frente Amplio Democrático (FAD), integrado por dirigentes de la antigua principal fuerza opositora de Nicaragua, entre otros. Según el FAD, “pandillas armadas acompañadas de los antimotines y fuerzas de la Policía Nacional, en un verdadero ejercicio de terrorismo de Estado, han ejecutado los actos más atroces de los últimos años”.

Símbolos del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), como la bandera rojinegra y estructuras conocidas como los árboles de la vida, fueron derribadas por los manifestantes. En las calles quemaron llantas, levantaron barricadas, mantenían banderas de Nicaragua, emitían cantos contra el Gobierno y gritaban ofensas al matrimonio Ortega Murillo, al que reclamaron democracia y compararon con la familia Somoza, que subyugó Nicaragua desde 1934 hasta 1979.

Edificios públicos en ciudades como León, Granada, Managua y Masaya, fueron quemados, así como casas de campaña y empresas relacionadas con el FSLN, denunció el Gobierno a través de medios oficialistas. Los estudiantes universitarios, quienes han encabezado las protestas, han distribuido imágenes de compañeros muriendo al recibir balazos, supuestamente disparados por las fuerzas de choque del Gobierno conocidas en Nicaragua como turbas.

Estados Unidos y Costa Rica instaron a sus ciudadanos a reconsiderar los viajes al país centroamericano ante las protestas callejeras.

El obispo Silvio Báez, una de las personalidades más respetadas en Nicaragua, denominó a los universitarios manifestantes “la reserva moral de este país”, les agradeció haber “despertado a esta nación”, les animó a que “no cesen en sus protestas por una causa justa” y que no “se dejen llevar por ideologías políticas”. Entre las razones que los manifestantes han esgrimido están las medidas de seguridad social, que aumentan las cuotas y establecen la cotización perpetua, así como la corrupción, los supuestos fraudes electorales, las continuas alzas de los combustibles, la impunidad de la Policía, las muertes sin explicación de campesinos que se oponían al Gobierno y el discurso oficial de “paz y reconciliación” que consideran no refleja la realidad del país.

La Unión Europea (UE) instó ayer a Nicaragua a resolver las diferencias “a través del diálogo inclusivo” y tildó de “inaceptable” la violencia desatada. “La violencia es inaceptable, las diferencias solo se pueden resolver a través del diálogo inclusivo. Las protestas deben llevarse a cabo pacíficamente, y las fuerzas de seguridad pública deben actuar con la máxima moderación”, indicó el portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) en un comunicado. La UE “está dispuesta a apoyar un diálogo amplio e inclusivo entre todos los actores sociales y el Gobierno, y a fortalecer el Estado de derecho en Nicaragua”, expresó el portavoz. “El respeto de la libertad de expresión y de reunión de manera pacífica, de acuerdo con el derecho nacional e internacional, es esencial para la sociedad democrática”, añadió. - Efe