Nabi Saleh (Cisjordania) - “Esta noche vendrán a por ti”, le advirtió a Ahed Tamimi su padre cuando vio que el vídeo en el que su hija de 16 años abofeteaba a un soldado israelí se había viralizado; lo que no esperaba era la detención también de su mujer y madre de la menor. “Pregúntaselo a Israel”, repite Basem Tamimi una y otra vez, “pregúntale a Israel el porqué de estas detenciones; por qué los soldados entran a casa; por qué están todo el día en esta tierra (Cisjordania)”, reprocha en declaraciones en la entrada de su residencia palestina de Nabi Saleh, en el punto exacto donde se grabó el vídeo.
Los militares israelíes, asegura, atravesaron el jardín hasta el acceso principal, en medio de unos disturbios, ante lo que Ahed comenzó a gritarles y golpearles; su prima Nour, a grabar la secuencia; y su madre, Nariman, a echarlos del patio. Las tres fueron detenidas el pasado diciembre.
Una bofetada grabada en vídeo El ya famoso vídeo de Ahed muestra que los soldados israelíes se ven sorprendidos por la postura de la menor defendiendo su casa y se acaban marchando, en vez de detenerla en ese momento, como podían haber hecho, “tanto porque usó la violencia como por el hecho de que trató de interferir en la labor de los militares”, según un portavoz militar israelí.
A Ahed le han imputado doce cargos, entre ellos el de agresión, y a su madre, cinco, y ahora esperan el juicio militar. Nour, de 20 años y que aparece en el vídeo, salió la semana pasada con una fianza de 5.000 séqueles (1.200 euros) pero debe fichar cada viernes e intuye que su caso no está cerrado.
“Golpeaban las sillas y las mesas y me decían que no podría comer o dormir hasta decirles lo que necesitaban”, cuenta sobre los interrogatorios a los que ha sido sometida. Lo que necesitaban era que identificara a las personas que aparecían en los vídeos de protestas.
De los 600 habitantes que residen en la villa de Nabi Saleh, frente a la colonia judía de Halamish, “en todas las casas, dos o tres miembros han pasado por la cárcel”, asegura Boshra, la madre de Nour, incluida ella misma.
Para Nour era la primera vez. Dieciséis días en dos celdas: primero con presos comunes y luego con mujeres palestinas, en la que pudo estar con su prima Ahed, que desconoce la repercusión internacional que ha tenido su caso. “Entraron en la casa a las tres de la mañana, me desperté y vi a los soldados al lado de mi cama”, cuenta Nour sobre la detención en la terraza de su casa, desde donde se divisa la colonia de Halamish y donde ondean banderas del partido nacionalista Al Fatah. Es una escena similar a la que narra Basem de la detención de Ahed. “Los soldados israelíes han invadido mi casa cientos de veces pero esta vez fue dura porque se llevaron a mi hija”, lamenta.
Una familia de activistas Los Tamimi son una conocida familia de activistas que han protagonizado manifestaciones semanales contra la colonización en la villa frente a los puestos de control israelíes, pero desde verano pasado y dado el alto número de detenciones -más de 200, en los últimos años, asegura la madre de Nour- pararon.
Los altercados volvieron con las protestas por el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y aquel 15 de diciembre, cuando se grabó el vídeo, uno de los primos de Ahed, de 14 años, había resultado herido por una bala de acero recubierta de goma en el rostro en enfrentamientos con los soldados. Entró en coma y ahora se recupera.
un icono de la resistencia El Ejército israelí les acusa de haber permitido que los adolescentes lanzaran piedras desde su casa, pero el padre de Ahed insiste en derivar las preguntas a Israel: “¿Por qué están en nuestra tierra?”.
La familia, hoy con la abundante melena rubia de Ahed como icono, presume de una resistencia no violenta frente a la ocupación israelí de Cisjordania, donde el avance de asentamientos ha hecho que pueblos como el de Nabi Saleh hayan quedado incrustados entre puestos de control y vallas que protegen colonias.
En casa de Nour (luz en árabe), un cartel la denomina como “Luz de la resistencia”, pero ella cree que es la juventud de Ahed la que ha ayudado a poner los cincuenta años de ocupación israelí sobre la mesa.