Ciudad del Vaticano - El papa Francisco instó ayer a retomar el diálogo para una coexistencia pacífica de palestinos e israelíes “dentro de unas fronteras reconocidas entre ellos y reconocidas a nivel internacional”, en el mensaje de Navidad que pronunció desde la Logia central de la basílica de San Pedro. El pontífice, que ya expresó en varias ocasiones su oposición al reconocimiento a principios de diciembre del presidente de EE.UU., Donald Trump, de Jerusalén como capital de Israel, en su mensaje de Navidad retomó el tema al recordar las fronteras reconocidas entre ambos.

“Vemos a Jesús en los niños de Oriente Medio, que siguen sufriendo por el aumento de las tensiones entre israelíes y palestinos”, dijo Francisco que dedicó su mensaje al sufrimiento de los pequeños en el mundo. Antes de impartir la tradicional bendición Urbi et Orbi de Navidad, en su mensaje pidió “la paz para Jerusalén y para toda la Tierra Santa” y para que “entre las partes implicadas prevalezca la voluntad de reanudar el diálogo y se pueda finalmente alcanzar una solución negociada, que permita la coexistencia pacífica de dos Estados dentro de unas fronteras acordadas entre ellos y reconocidas a nivel internacional”.

“Que el Señor sostenga también el esfuerzo de todos aquellos miembros de la Comunidad internacional que, movidos de buena voluntad, desean ayudar a esa tierra martirizada a encontrar, a pesar de los graves obstáculos, la armonía, la justicia y la seguridad que anhelan desde hace tanto tiempo”, agregó.

El mensaje de este año de Francisco se centró en la situación de los niños en una larga lista de países donde sufren por los conflictos aún existentes. “Por esta razón, mientras el mundo se ve azotado por vientos de guerra y un modelo de desarrollo ya caduco sigue provocando degradación humana, social y ambiental, la Navidad nos invita a recordar la señal del Niño y a que lo reconozcamos en los rostros de los niños, especialmente de aquellos para los que, como Jesús, no hay sitio en la posada”, señaló

Francisco hizo una llamamiento “para hacer que nuestro mundo sea más humano, más digno de los niños de hoy y de mañana” e invitó a reconocer en el Niño Dios “los rostros de los niños, especialmente de aquellos para los que, como Jesús, no hay sitio en la posada”. - Efe