LONDRES. La dimisión de Damian Green, "número dos" del Gobierno británico, a raíz de un caso de pornografía, supone otro revés para la primera ministra, Theresa May, al frente de un Ejecutivo en minoría y en medio de las negociaciones del "brexit".

May forzó anoche a Green a presentar la dimisión después de que una investigación interna del Gobierno concluyera que violó el código de conducta ministerial al hacer declaraciones "inexactas y engañosas" sobre el hallazgo de material pornográfico en su ordenador de la Cámara de los Comunes en el año 2008.

El ahora ex secretario de Estado, cargo equivalente a un viceministro, era un fuerte aliado y hombre de confianza de la primera ministra, a la que conocía desde su juventud ya que ambos estudiaron en la Universidad inglesa de Oxford.

Green, de 61 años, fue sometido a una investigación interna después de que la periodista y activista conservadora Kate Maltby se quejase de que el político había tenido una actitud "inapropiada" con ella durante unas reuniones de carácter privado.

Tras esa denuncia, los medios revelaron que la Policía había encontrado en 2008 material pornográfico en el ordenador de Green durante una pesquisa relacionada con unas filtraciones del Gobierno.

En las últimas semanas, Green había negado reiteradamente ambos casos en diferentes declaraciones a la prensa.

Al anunciar su dimisión, el ahora ex primer secretario de Estado reconoció que pudo haber sido "más claro" en sus declaraciones públicas sobre lo que sabía de las imágenes pornográficas y pidió disculpas a Maltby por haberla hecho sentir incómoda en 2015.

En una declaración, May expresó su "profundo pesar" por la salida de Green, pero puntualizó que sus acciones no estuvieron a la altura de la conducta esperada de un miembro del Gobierno.

"Mientras puedo entender -añadió- la considerable angustia que algunas alegaciones le causaron en las últimas semanas, sé que comparte mi compromiso de mantener el nivel más alto de (comportamiento) que el público exige de ministros de la Corona".

"Por lo tanto, es con profundo pesar que le he pedido que dimitiera del Gobierno y que aceptara su renuncia", señaló May.

La salida de Green coloca a la dirigente británica en una situación difícil al haber perdido en dos meses a tres ministros de su gabinete.

May gobierna con dificultades ya que perdió la mayoría en las elecciones adelantadas del pasado junio, lo que le ha obligado a contar con el respaldo, para votaciones importantes en el Parlamento, de los diez diputados del probritánico Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte.

Además, May -que espera anunciar al sustituto de Green a principios de 2018- empezará pronto a negociar la segunda fase del "brexit" (salida del Reino Unido de la Unión Europea), centrada en la futura relación entre Londres y Bruselas una vez que su país salga del bloque europeo en marzo de 2019.

Antes de la dimisión de Green, Michael Fallon renunció el mes pasado como titular de Defensa después de que una periodista revelase que el político se le había echado encima y había intentado besarla durante un almuerzo de trabajo en 2003.

Poco después dimitió Priti Patel como ministra de Cooperación Internacional por unos viajes no autorizados a Israel, donde se reunió con altos cargos del Gobierno de ese país.

Los escándalos de los políticos por conducta inapropiada han salido a la luz tras la polémica originada en EEUU en torno al productor cinematográfico Harvey Weinstein, acusado por decenas de mujeres.

El ministro de Sanidad, Jeremy Hunt, declaró hoy a la BBC que ha quedado claro que Green "mintió" y defendió la importancia de que los cargos del Ejecutivo tengan el "nivel más alto de conducta".

Recientemente, un antiguo detective de Scotland Yard había admitido su "sorpresa" por la cantidad de imágenes pornográficas halladas en el ordenador de la oficina de Green.

El detective Neil Lewis explicó que el historial de internet del ordenador de Green indicaba que la pornografía había sido observada "extensamente" durante un periodo de tres meses.

Durante la investigación en 2008, Green, diputado por la circunscripción de Ashord (sureste de Inglaterra), era portavoz de Inmigración del Partido Conservador, por entonces en la oposición.