Riad - Cuarenta países musulmanes y las autoridades palestinas pusieron ayer en marcha la Alianza Islámica Antiterrorista, con la primera reunión de ministros de Defensa celebrada en Riad casi dos años después de su fundación y con la promesa de cooperar en todos los ámbitos contra el extremismo.

Al término del encuentro en la capital saudí, los participantes emitieron un comunicado en el que declararon que “el terrorismo representa un desafío para la seguridad y la paz internacional que sobrepasa las fronteras de los países y es ahora más fuerte que nunca”. Por ello, los participantes acordaron “cooperar para luchar contra el terrorismo a través del trabajo en equipo organizado”, destacó el mariscal Abdalá Saleh, el secretario general de la alianza. En su primera reunión, los 41 miembros aprobaron establecer un “mecanismo completo para hacer frente al terrorismo a nivel ideológico, mediático, financiero y militar”, según el comunicado.

En el ámbito ideológico, destacaron “la importancia de denunciar el pensamiento extremista para poner fin a su expansión e influencia sobre los individuos y sociedades, mostrando los valores del islám moderado y su capacidad para convivir con los demás”. En este sentido también se expresó el anfitrión, el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, en la inauguración de la reunión: “El terrorismo ha distorsionado la reputación de nuestra religión”, aseguró.

Asimismo, subrayó que los países islámicos han enviando un “mensaje fuerte” de que están “trabajando juntos” contra el yihadismo con su presencia en Riad. “Hoy afirmamos que perseguiremos el terrorismo hasta que sea erradicado completamente”, agregó el príncipe, que también es ministro de Defensa de su país. En el ámbito militar, los ministros y otros representantes uniformados de los países miembros subrayaron la importancia de “hacer frente militarmente al terrorismo para mantener la paz y la seguridad internacionales”.

Proveer de recursos militares Con este fin, expresaron su compromiso para “proveer los recursos militares necesarios para debilitar las organizaciones terroristas y acabar con ellas”, aunque no especificaron de dónde procederán los prometidos recursos.

Por otra parte, los asistentes acordaron emplear los medios de comunicación para contrarrestar “la difusión de ideas terroristas y denunciar sus acciones negativas”, además de poner en evidencia los “métodos y creencias” de los extremistas. También anunciaron que trabajarán para “poner fin a la financiación del terrorismo con una mayor cooperación e intercambio de información entre los países”, además de desarrollar “los procedimientos que impiden a los terroristas acceder a la financiación” de sus actividades.

El representante de Egipto, el mariscal Tauhid Taufiq, cuyo país estuvo en el centro de atención por el brutal atentado que sufrió el pasado viernes con más de 300 muertos, destacó que los grupos terroristas usan ahora “tecnología y métodos modernos similares a las de los ejércitos estatales”.

Además, denunció que hay países que proporcionan “refugios seguros” y “apoyo logístico” a estos grupos terroristas, que se basan en la “desviación de las enseñanzas de la religión”. Taufiq alertó de que las organizaciones extremistas tienen como objetivo “dividir y derrocar los (Gobierno de) países para tratar de establecer un presunto Estado Islámico”. - Efe