Londres - El exministro de Defensa británico Michael Fallon habría sido forzado a renunciar como ministro de Defensa porque fue acusado de comportarse de manera inapropiada con su colega de Gabinete la líder conservadora en los Comunes, Andrea Leadsom. Los hechos se remontan a hace seis años, cuando Fallon y Leadsom acudían juntos a una reunión y la política se quejó de tener las manos frías, Fallon supuestamente le habría respondido: “Sé de un lugar donde las puedes poner a calentar”. Los aliados del extitular de Defensa negaron categóricamente que el ministro hiciese tal comentario, que aparecía entre las historias del día más leídas en los tabloides británicos. En ellos, añadían que Leadsom se habría quejado de contacto físico no deseado y pidió a la primera ministra, Theresa May, acabar con la carrera de Fallon como ministro. Pero desde Downing Street emitieron un comunicado en el que defendían que Leadsom no había pedido a la primera ministra que considerase quitar de su puesto a Fallon.

Los tories decidieron ayer publicar un nuevo código de conducta para sus parlamentarios y otros representantes electos a raíz de las acusaciones de acoso sexual. El partido está adoptando un nuevo procedimiento de quejas con una línea directa para informar posibles infracciones y un proceso de investigación más detallado. Desde el partido conservador confirmaron que ,por primera vez, habrá una figura independiente investigando los agravios y se comprometieron a tratar todas las quejas de manera “puntual y confidencial”. May se reunirá el lunes con líderes de la oposición, incluido el líder laborista, Jeremy Corbyn, para tratar las propuestas para presentar un nuevo sistema de quejas para el personal y los parlamentarios de Westminster. Los laboristas iniciaron una investigación por las acusaciones sobre el comportamiento de dos de sus parlamentarios y además han introducido también un nuevo procedimiento de quejas, aunque algunas figuras han pedido un organismo totalmente independiente para investigar las denuncias delicadas.

En el caso del diputado laborista Kelvin Hopkins, 76 años, fue suspendido por el supuesto comportamiento hacia una joven militante, a quien habría enviado unos mensajes de texto inapropiados, pero el político lo negó categóricamente. Los hechos habrían sucedido en 2014, durante un acto del partido. - R.Álvarez Tudela