LONDRES. La canciller alemana, Angela Merkel, está "furiosa" por las filtraciones de un diario germano sobre conversaciones privadas acerca del "brexit" por temor a que éstas puedan "derrumbar" al Gobierno británico de Theresa May, según publica hoy "The Times".
De acuerdo a una fuente de Berlín, cuya identidad no desvela el periódico, a Merkel no le han gustado las filtraciones de lo que se habló durante una cena celebrada la pasada semana entre May y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, con relación a la marcha del Reino Unido del bloque comunitario.
Al parecer, un diario alemán indicó el pasado domingo que la líder conservadora "había suplicado" ayuda en el proceso del "brexit", además de apuntar que ésta parecía "ansiosa, desalentada y desanimada".
Ahora, "The Times" dice que Merkel está "preocupada" sobre todo por la posibilidad de que las negociaciones puedan "derrumbarse", lo que podría dañar las economías europeas y terminar con el Ejecutivo de May.
Esa última posibilidad, señala el diario, podría implicar que la dirigente conservadora fuera reemplazada por el actual titular de Exteriores, Boris Johnson, a quien los alemanes perciben como un político más hostil y con un enfoque menos realista ante el proceso negociador.
"Angela Merkel está furiosa con lo que se ha publicado. Se sabe que ha perdido la paciencia con los conservadores británicos pero lo último que quiere es que Theresa May sea reemplazada a mitad de las negociaciones del brexit", señaló la mencionada fuente de Berlín a "The Times".
También el propio Juncker se mostró este lunes sorprendido ante esas informaciones y aclaró al respecto que el encuentro con la política británica "fue una excelente cena de trabajo".
"No hay nada de cierto en todo esto", afirmó Juncker en este sentido y puntualizó que, contrariamente a lo difundido, May "no estaba cansada, sino luchando, como es su deber, y todo estuvo bien".
Negó, además, que May hubiera "suplicado" ayuda en el proceso de diálogo del "brexit", al recordar que "ése no es el estilo de los primeros ministros británicos".