San Juan - Puerto Rico espera que la llegada de la ayuda exterior desde Estados Unidos contribuya a mejorar la situación en la isla, tres días después de que el huracán María, de categoría 5, devastara completamente, de sur a norte, su territorio. El Gobierno que lidera Ricardo Rosselló, que aún trabaja para organizarse, se esfuerza por echar a andar el país, que no se espera que recobre completamente el servicio eléctrico y de agua hasta dentro de meses.

El temor al posible desabastecimiento, principalmente de alimentos, fue disipado después de que el vicepresidente ejecutivo de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (Mida), Manuel Reyes, señalara que en Puerto Rico hay suministros suficientes para atender a la población hasta que llegue la ayuda exterior.

A pesar de las palabras de Reyes, alcaldes mostraron su preocupación ante la posible falta de víveres, dado que el número de personas que permanecen en refugios se eleva a cerca de 15.000. El combustible es uno de los bienes más preciados en estos momentos y hay sensación de que empieza a escasear, lo que provocó aglomeraciones de vehículos en las pocas gasolineras que han comenzado a operar. En las gasolineras de las principales vías de San Juan se formaron largas filas de vehículos para repostar, lo que provocó que las agencias de seguridad tomaran las estaciones con agentes que portaban armas largas para evitar desórdenes. Aunque no se puede hablar de problemas serios de pillaje, sí se ha informado de casos de asaltos a establecimientos en muchas partes de la isla, en especial en el área este y la capital. - Efe