OAXACA - La cifra de muertos por el terremoto del pasado jueves en México se elevó ayer de 65 a 90 después de que el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, informara de que se han registrado 71 decesos solamente en ese estado sureño. “En reunión de evaluación el gobernador Alejandro Murat da a conocer que la cifra de fallecidos por sismo aumentó a 71”, indicó la Secretaría de Protección Civil de Oaxaca.

A su vez, la secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano del Gobierno federal, Rosario Robles, dijo que acompañó al gobernador oaxaqueño en un recorrido por varios municipios del estado. Al ser interrogada sobre si había una cifra confirmada de víctimas mortales la funcionaria contestó: “Tenemos 71 personas fallecidas, pero tenemos todavía que confirmar. Estamos en eso”.

De acuerdo con fuentes estatales y municipales, el municipio oaxaqueño de Juchitán de Zaragoza sigue siendo el más castigado con alrededor de 60 muertos. Sin embargo, advierten que las cifras siguen siendo preliminares. El Servicio Sismológico Nacional (SSN) indicó en su informe más reciente que hasta la medianoche del sábado se produjeron 846 réplicas del sismo de magnitud 8,2 del jueves por la noche, que se originó frente a las costas del estado suroriental de Chiapas.

El organismo también emitió un informe especial en el que dio cuenta de un inusual sismo de magnitud 2,6 registrado a las 21.54 hora local del sábado (04.54 hora de Euskadi), que fue localizado tres kilómetros al sureste de Tlalpan, en Ciudad de México. “Si bien la magnitud del sismo es baja, éste se sintió fuertemente en el área sur de la Ciudad de México debido a la cercanía del lugar del epicentro”, apuntó el SSN, y añadió que se registraron algunos daños menores en la zona. Se desconoce si este temblor se relaciona con el del jueves, pero ambos comparten la peculiaridad de que se produjeron en el interior de sus respectivas placas tectónicas (la de Cocos en el caso del registrado frente a Chiapas, y la de Norteamérica en el de Ciudad de México), y no en las fronteras entre placas, donde suelen originarse los terremotos.

Por su parte, el pueblo mexicano se sigue volcando en apoyo a sus compatriotas, atestando las calles de centros de acopio para juntar víveres y productos médicos que sean trasladados a los estados de Chiapas y Oaxaca, brutalmente afectados por el seísmo. Miles de personas, sin faltar los niños, hacen filas kilométricas bajo la lluvia de Ciudad de México para contribuir a estos centros de ayuda humanitaria, cuyo personal clasifica rauda y meticulosamente las donaciones antes de que surquen el cielo rumbo al sur del país. En el Zócalo de la capital se ubica una de estas instalaciones que, en las 24 horas que lleva operando, ya ha recopilado aproximadamente cinco toneladas de productos que incluyen alimentos, artículos de aseo personal, productos de limpieza, pañales, papel higiénico, semillas y dulces. Así lo contó el asesor de la Secretaría de Protección Civil de Ciudad de México, David Velasco, quien consideró que “el suministro fundamental” ahora mismo es “aquel que corresponda a alimento, higiene y enseres”. - Efe