Ginebra - El relator especial de la ONU sobre los derechos humanos en Corea del Norte, Tomás Ojea Quintana, consideró ayer que las amenazas entre Washington y Pyongyang sobre una confrontación militar “desvían la atención” de la desesperada situación de los norcoreanos, cuando ellos deben ser su prioridad.
Estas amenazas dialécticas, vertidas por los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Corea del Norte, Kim Yong-un, en los últimos días, “desvían la atención de la situación de los norcoreanos ordinarios, cuyas necesidades de subsistencia y protección deberían ser tratadas como una absoluta prioridad”, señaló Ojea Quintana.
Resaltó en un comunicado que “un clima de paz y cooperación es fundamental para devolver al centro del debate esta cuestión”. “Los llamamientos para que haya diálogo deben ser traducidos a gestos concretos”, añadió el relator de la ONU, quien saludó la liberación el pasado día 9 del ciudadano canadiense Hyeon Soo Lim por parte de Pyongyang después de dos años de encarcelamiento.
Lim fue sentenciado en diciembre de 2015 a trabajos forzosos por haber presuntamente conspirado contra el Estado norcoreano. Aún hay seis surcoreanos y tres ciudadanos estadounidenses detenidos en Corea el Norte.
“Me preocupan las informaciones de que los detenidos no tengan un proceso debido y se encuentren bajo condiciones inhumanas”, señaló Ojea Quintana, quien recordó que Corea del Norte está obligada a proporcionar acceso a consejo consular y a intérpretes a los extranjeros detenidos.
presos y “horror” Precisamente el jueves el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, confirmó la liberación del ciudadano canadiense Hyeon Soo Lim, quien ha estado detenido por las autoridades norcoreanas durante más de dos años. Estrategas, politólogos, psiquiatras... tratan de entender por qué Jong-un ha creado un régimen tan terrible, y que cada vez que cambia de líder se ceba más en su población. Kim mandó asesinar a su propio hermano paterno, en febrero, narra la periodista experta Georgina Higueras. - Efe / DNA