parís - La discordancia en el grupo parlamentario de La República En Marcha, muchos de cuyos diputados se estrenan en la Asamblea, disparó las críticas de la oposición al movimiento del presidente de Francia, Emmanuel Macron, con acusaciones de “novatos” y “amateurs”.
Los propios responsables del partido y del Gobierno reconocieron esos traspiés, que han influido en el desplome de la popularidad de Macron en el verano.
El último sondeo, publicado el pasado jueves por el instituto demoscópico Elabe, constataba una caída en su popularidad de cinco puntos en un mes: ahora el 40% de franceses asegura que confía en él, frente al 62% que lo hacía nada más asumir el mando en el mayo pasado.
Imágenes como las de algún diputado debutante sufriendo para leer su texto en público o la presidenta de una comisión criticando a sus colegas a micrófono abierto han ahondado en esa sensación de precariedad, en un grupo que se presentó a las elecciones legislativas como abanderado de una nueva forma de hacer política.
Nunca antes la Asamblea Nacional había cambiado tanto de cara tras unos comicios: el porcentaje de nuevos diputados supone el 72%, equivalente a 415 escaños sobre un total de 577, mientras que apenas 145 lograron renovar su puesto.
El primer ministro francés, Édouard Philippe, salió hoy al paso de esas críticas, al afirmar en una entrevista con el diario Le Parisien que tanto él como el Parlamento y el Gobierno “aprenden de esos errores y los corrigen”, dijo. “Es un proceso continuo y por supuesto que vamos a mejorar”, dijo.- Efe