Varsovia - El Parlamento polaco aprobó ayer la polémica reforma del Tribunal Supremo impulsada por el Gobierno nacionalista de Ley y Justicia, sin atender a las críticas de Bruselas y a las protestas de la mayor parte de la oposición, que alerta del fin de la división de poderes en el país. A favor votaron 235 diputados del partido gobernante ultraconservador Ley y Justicia, que cuenta con mayoría absoluta, frente a 192 en contra y 23 abstenciones, ya que el grupo parlamentario del Movimiento Kukiz 15 se dividió entre el voto en contra y la abstención.

La norma, que ha provocado manifestaciones durante los últimos días y duras críticas de la Comisión Europea (CE), incluye algunas modificaciones sobre el texto original aunque, según la oposición, facilita el control del Supremo por parte del Gobierno y pone fin al mandato de los jueces de esta institución.

La CE amenazó el miércoles con activar el artículo 7 de los tratados europeos, lo que implicaría la suspensión del derecho a voto de Polonia en las reuniones del Consejo de la UE si Varsovia sigue adelante con su reforma del sistema judicial. El presidente del Consejo Europeo, el polaco Donald Tusk, apeló ayer en un comunicado al diálogo. - Efe