Caracas - El canciller venezolano, Samuel Moncada, denunció ayer el silencio de España, Italia, la Unión Europea y países como Argentina, México o Canadá al ataque con granadas al Tribunal Supremo de Justicia llevado a cabo desde un helicóptero por un policía que pidió la renuncia del presidente, Nicolás Maduro. “Casi 18 horas después del evento, y de parte de los países de la UE no hemos recibido la primera reacción”, declaró en una rueda de prensa Moncada, que calificó el acto del piloto de “terrorista” y lamentó que España no se haya “dignado a levantar un teléfono” para mostrar al Gobierno de Caracas su repulsa por lo sucedido. “Se preocupan por los derechos humanos, se preocupan por la lucha contra el terrorismo y todavía no hemos tenido la primera declaración”, agregó el ministro de Exteriores venezolano, que recriminó a los países mencionados su “selectividad en los hechos” y a los medios su “complicidad criminal”. “Están protegiendo a los autores del hecho con su complicidad ignorante fingida”, afirmó Moncada, que calificó de “loco” al autor del ataque y resaltó que el agente se definió como un “guerrero de Dios” en un vídeo publicado en su cuenta de Instagram, en el que exigía, junto a cuatro hombres armados y encapuchados, la renuncia de Maduro.
En su intervención, el canciller del país caribeño agradeció a países como Cuba, Bolivia, Ecuador, Turquía y varios gobiernos africanos la solidaridad recibida y la condena de esta acción que puso en riesgo a “civiles inocentes”. Según la descripción de los hechos del ministro, un funcionario activo de la policía científica (CICPC) secuestró un helicóptero de esta unidad y sobrevoló el centro de Caracas para disparar contra el Ministerio del Interior y Justicia y después se desplazó al Tribunal Supremo de Justicia, donde lanzó cuatro granadas, de las que tres explotaron.
Todavía se desconoce el actual paradero del autor del suceso y si este ha sido detenido. Venezuela atraviesa una grave crisis económica, política y social. Desde el pasado 1 de abril, el país vive manifestaciones opositoras de las que muchas acaban con acciones violentas. - Efe