LONDRES. La superintendente Fiona McCormack, de la Policía Metropolitana de Londres (Met, por sus siglas en inglés), dijo en una declaración a los medios que el revestimiento que tenía la torre Grenfell, al oeste de Londres, no cumplía con las pruebas adecuadas de seguridad.
El edificio, ubicado en el barrio de North Kensington y formado en su mayoría por apartamentos de protección oficial, en él que vivían entre 400 y 600 personas, se incendió con gran rapidez.