París - El líder de la izquierda radical francesa, Jean-Luc Mélenchon, anunció ayer que será candidato en las legislativas de junio y que su intención es “combatir implacablemente” al presidente electo, el socioliberal Emmanuel Macron. Mélenchon explicó, en una entrevista radiotelevisada por RMC y BFMTV que con su plataforma, La Francia Insumisa, “tenemos un programa y estamos dispuestos a gobernar”.
En línea con su posición desde que el 23 de abril quedó eliminado de la segunda vuelta de las presidenciales al terminar en cuarta posición (obtuvo el 19,58% de los sufragios), no quiso decir si el pasado domingo apoyó a Macron. Se limitó a recordar que votó, y que había pedido a los que le respaldaron en la primera vuelta que no dieran su papeleta a Le Pen en la segunda.
En cualquier caso, criticó a Macron por la “imagen monárquica que quiso dar” al celebrar su victoria el domingo en la Explanada del Louvre, antiguo palacio real, y en cuanto al programa del presidente electo, consideró que “lo mejor es que no se ponga en práctica”.
En cuanto a su candidatura, Mélenchon indicó que “es bastante probable” que la presente en alguna de las circunscripciones de Marsella, una ciudad en la que terminó en primera posición el 23 de abril, con un 24,82% de los votos, por delante de la ultraderechista Marine Le Pen (23,66%) y de Macron (20,44%).
Mélenchon hizo estas declaraciones pocas después de anunciar que no irá aliada a las elecciones legislativas de junio con el Partido Comunista Francés (PCF), al que responsabiliza de la ruptura.
Criticó que el PCF había primero rechazado todo acuerdo a escala nacional, luego le pidió el 50 % de las circunscripciones -y la renovación de sus diputados salientes-, más adelante otras exigencias y “al mismo tiempo” estableció acuerdos en algunos departamentos con los socialistas y con los ecologistas.
Mélenchon mira ahora hacia otro caladero de votos y precisó que si el candidato socialista a las presidenciales, Benoît Hamon (quedó en quinta posición con sólo el 6,36 % de los votos) deja su partido, podrá llegar a un compromiso con él sin dificultades. Pero Hamon “no quiere dejar el Partido Socialista, quiere tener el puño, la rosa, y además a Mélenchon”, ironizó el líder de La Francia Insumisa. Pero el excandidato socialista a las presidenciales está volcado en llevar adelante una nueva iniciativa política. Benoît Hamon, anunció ayer que el 1 de julio, tras la celebración de las elecciones legislativas de junio, creará su propio movimiento para “regenerar la izquierda”, pero que ello no implica que vaya a abandonar el partido socialista.
quitarse etiquetas Hamon, que obtuvo sólo el 6% de los votos en la primera vuelta de las presidenciales, señaló en una entrevista con la emisora France Inter que su movimiento tendrá el objetivo de “reconstruir una izquierda inventiva que supere las etiquetas políticas”.
“Seguiré defendiendo las ideas que llevaba en mi campaña sobre la ecología o la renta universal, puesto que serán fecundas”, explicó Hamon, que ayer vio cómo el Partido Socialista (PS) aparcaba algunas de esas propuestas en su reunión para preparar la campaña de las legislativas.
El excandidato, representante del ala izquierda de la formación, matizó sin embargo que su movimiento para regenerar la izquierda estará “más allá de los partidos”, por lo que reiteró que no abandonará el PS.
Un partido que quiere comenzar a poner orden en su propia casa y para ello ha abierto un procedimiento sancionador al ex primer ministro francés Manuel Valls, que manifestó su apoyo durante la campaña al presidente electo, Emmanuel Macron, y ahora quiere ser candidato a las legislativas con su movimiento, En Marcha. El primer secretario del PS, Jean-Christophe Cambadélis recordó en su cuenta de Twitter que el buró nacional del partido el pasado 6 de abril decidió suspender de los cargos orgánicos a todos los dirigentes que hubieran pedido el voto por Macron en lugar de por el candidato socialista, Benoît Hamon.
El responsable de las investiduras de En Marcha, Jean-Paul Delevoye, puntualizó que “a día de hoy” Valls “no cumple el criterio para que se acepte su demanda” ya que no se ha afiliado y por eso no se puede analizar su candidatura, por lo que Valls tendrá que abandonar el PS y afiliarse al movimiento de Macron. Algo que anunciaba implícitamente al hacer pública su candidatura.
Por último, la líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, se lamentaba ayer “profundamente” por la retirada de la política de su sobrina, Marion Maréchal Le Pen, con la que ha mantenido fricciones que quedaron en evidencia durante la campaña de las elecciones presidenciales. En un mensaje en su cuenta de Twitter, Le Pen señaló que “como dirigente política lamento profundamente la decisión de Marion, pero como madre la entiendo”. - Efe