Washington - El Gobierno estadounidense y el Reino Unido aplicarán desde ayer una orden que obligará a facturar aparatos electrónicos de mayor tamaño que un teléfono móvil en vuelos procedentes de ocho países de mayoría musulmana de Oriente Medio y África. Así, los pasajeros de vuelos sin escalas a estos dos países procedentes de esos países no podrán llevar en el equipaje de mano aparatos electrónicos como ordenadores portátiles y tabletas. Ese tipo de aparatos estarán prohibidos en la cabina de pasajeros y tendrán que ser facturados con el resto del equipaje. La prohibición afectará a unos 50 vuelos diarios hacia EEUU procedentes de 10 aeropuertos internacionales en ocho países: Jordania, Kuwait, Egipto, Turquía, Arabia Saudí, Marruecos, Catar y Emiratos Árabes Unidos. De acuerdo con funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional que ofrecieron detalles de la nueva orden bajo anonimato, la prohibición no se basa en ninguna amenaza concreta ni riesgo de un ataque inminente contra EEUU.

Según esos funcionarios, el Gobierno del presidente Donald Trump ha determinado que es necesario mejorar los procedimientos de seguridad para los pasajeros de ciertos vuelos sin escalas hacia EEUU. Hasta el momento, las autoridades de EEUU únicamente pedían encender los aparatos electrónicos antes de embarcar a un avión por temor a un posible atentado, pero nunca se había prohibido la entrada con tabletas, videojuegos o computadoras.

Esta restricción llega después de la segunda orden ejecutiva de Trump para vetar la entrada a EEUU durante 90 días de viajeros de seis países de mayoría musulmana y suspender por 120 días el programa de acogida de refugiados por temor a la llegada de terroristas. Esa orden, revisada por el Gobierno desde la prohibición original emitida en enero para evitar problemas con la Justicia, fue también suspendida temporalmente por orden de dos jueces federales y, de momento, no puede ser puesta en práctica.

Medida necesaria según Londres Por su parte, el Gobierno de Theresa May justificó la adopción de esta medida en que “la seguridad de los ciudadanos que viajan es nuestra mayor prioridad. Por eso mantenemos nuestra seguridad en la aviación bajo constante revisión y adoptamos medidas que creemos son necesarias, efectivas y proporcionadas”. El Ejecutivo de Londres “ha estado en estrecho contacto con EEUU para comprender su posición”, según informó la misma fuente oficial, que agregó que “se ha informado a las aerolíneas afectadas de los nuevos requerimientos”. “Las medidas de seguridad adicionales podrían ocasionar alguna alteración a los pasajeros y los vuelos, pero nuestra máxima prioridad será siempre mantener la seguridad de los ciudadanos británicos”, agregó el portavoz. - Efe