Londres - El ministro de Economía y Hacienda británico, Philip Hammond, presentó ayer su primer presupuesto y el ultimo antes de que se active el Brexit, mostrándose confiado de que la economía británica crecerá al 2% este año y de que ésta sigue mostrando un “crecimiento robusto”. Las previsiones económicas de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, por sus siglas en inglés) dan un pronóstico de crecimiento del 2% para el 2017, pronosticando que se reducirá al 1,6% en 2018 antes de regresar al 2% en 2021. “Estamos construyendo los cimientos de un Reino Unido más fuerte, más justo y más global”, matizó Hammond, para quien el crecimiento del país este año será mayor de lo previsto en el anuncio de noviembre. Además, matizó como la economía británica creció el año pasado más rápido que todas las principales economías, a excepción de Alemania. Las políticas de austeridad que comenzó el gobierno de David Cameron continúan bajo la batuta de May, pero Hammond defendió que con ellas ofrecerá al país “una plataforma fuerte y estable” para las conversaciones del Brexit que se avecinan los dos próximos años de negociaciones.
Hammond advirtió de que “no hay lugar para la complacencia”, pues la productividad sigue siendo baja, a pesar de que el empleo ha aumentado. “Nuestra tarea para hoy es dar los próximos pasos para equipar al Reino Unido para un futuro global”, dejó claro el titular de Economía. Una de las medidas más destacadas fue la subida de impuestos a los autónomos. El conservador explicó hay un “aumento increíble” en el número de personas que trabajan por cuenta propia, por lo que no puede que haber diferencias respecto al trato fiscal del resto de contribuyentes. La disparidad entre las tasas pagadas por los trabajadores autónomos y los empleados “socava la justicia de nuestro sistema tributario”, puntualizó.
Por ello, las contribuciones de los autónomos aumentarán hasta el 10% en abril de 2019 respecto al 1% actual, dijo Hammond al resto de diputados. El cambio anunciado en el Presupuesto implica que 2,84 millones de personas tengan un aumento de impuestos anual de unas 240 libras, unos 280 euros.
ruptura del compromiso Con este anuncio, el Gobierno se enfrentó a acusaciones de que rompía un manifiesto conservador en el que se comprometió durante la última campaña electoral de que no iba a aumentar el IVA, las contribuciones a la seguridad social ni el impuesto sobre la renta.
Algunos diputados conservadores también expresaron sus preocupaciones. “No creo que debamos salir de nuestro camino para imponer el trabajo, el crecimiento y el éxito”, reclamó el ex ministro conservador John Redwood.
El Gobierno se vio presionado las últimas semanas. Presión para ofrecer más recursos para los presupuestos en materia de asistencia social y sanidad, con advertencias serias de que el sistema actual está “al borde del colapso”, advirtiendo de que sin el compromiso necesario y una inyección de efectivo, no tendrá una solución a largo plazo.
Hammond reconoció que el sistema estaba bajo presión con el envejecimiento de la población y dijo que los nuevos 2.000 millones de libras que serán dedicados a los servicios los tres próximos años permitirán acomodar “nuevos paquetes de atención”.