Seúl/Bangkok - La Policía detuvo ayer a una mujer con documentación vietnamita como sospechosa del supuesto asesinato en Malasia de Kim Jong-nam, hermano mayor del líder norcoreano Kim Jong-un, lo que no despejó las múltiples incógnitas alrededor de este novelesco caso. Mientras las autoridades de Malasia continúan con la investigación y a la espera de conocer el resultado de la autopsia, Seúl se apresuró ayer a condenar el asesinato y a acusar directamente a Pyongyang.

El primogénito de Kim Jong-il y durante una época considerado el favorito para su sucesión fue supuestamente asesinado el lunes en Kuala Lumpur, aparentemente tras ser envenenado en el aeropuerto de esta ciudad, según la versión de la agencia de inteligencia de Corea del Sur.

La Policía malasia arrestó ayer a una joven de 28 años con pasaporte vietnamita a la que considera una de las dos mujeres que presuntamente atacaron a Kim Jong-nam con veneno. Las autoridades difundieron antes imágenes captadas por cámaras de seguridad donde aparece una de las sospechosas antes de huir de la escena del crimen en taxi.

Los medios malasios señalaron que Kim Jong-nam fue presuntamente rociado con un producto químico por las dos mujeres en el aeropuerto y falleció cuando era trasladado de camino al hospital.

En cuanto a la identidad del fallecido, las fuerzas de seguridad se limitaron a confirmar la muerte de un ciudadano norcoreano de una edad similar -nacido en 1970- que viajaba a través de Kuala Lumpur con un pasaporte a nombre de Kim Chol.

Película de espionaje Mientras continúan aflorando detalles de un suceso plagado de incógnitas y que se asemeja a un enrevesado guión de una película de espionaje, Corea del Sur ha responsabilizado al régimen que lidera Kim Jong-un, aunque no lo ha hecho de forma directa. “De ser confirmado que el asesinato se llevó a cabo por parte del régimen, se trataría de un flagrante ejemplo de su naturaleza brutal e inhumana”, afirmó el presidente surcoreano en funciones, Hwang Kyo-ahn, durante su intervención en una reunión de emergencia convocada ayer por el Ejecutivo.

El director del servicio nacional de inteligencia, Lee Byong-ho, señaló en la misma reunión que Pyongyang ya intentó asesinar al medio hermano de Kim Jong-un en 2012, y dio por hecha la implicación del régimen en el suceso, según informó la agencia local Yonhap.

Algunos expertos surcoreanos creen que Kim Jong-nam era visto como una amenaza para Pyongyang como posible candidato al poder en caso de derrocamiento del actual líder, o simplemente como una figura incómoda por sus críticas al régimen, y quien además habría recibido la protección de China tras su exilio forzado.

Otros analistas, en cambio, son más cautos al analizar la posible implicación de Corea del Norte, en un momento en que el país se prepara para celebrar el 75 aniversario del nacimiento de Kim Jong-il, una de sus efemérides más importantes del año, y días después de su último ensayo con un misil balístico de medio alcance. “Podría haberse tratado de Corea del Norte, pero también de otro país o simplemente de un asunto privado”, señala el experto Tim Webb, quien considera que el suceso “puede estropear” la cobertura internacional del citado evento, para el cual Pyongyang ha invitado a medios extranjeros. - Efe