washington - El número de muertos en el incendio que arrasó el viernes un almacén en el que se celebraba un concierto en Oakland (California) asciende ya a 30, informaron ayer las autoridades.
El sargento Ray Kelly, de la Oficina del Sheriff del condado de Alameda, confirmó la cifra y advirtió, una vez más, de que el número de víctimas mortales se puede incrementar porque todavía hay personas desaparecidas. El fuego se desató antes de la medianoche del viernes en el barrio de Fruitvale en Oakland, en un gran edificio que albergaba estudios de artistas y donde decenas de personas disfrutaban de un concierto de música electrónica.
Como consecuencia de las llamas, el techo del almacén, conocido como The Oakland Ghost Ship (El Barco Fantasma de Oakland), se hundió, lo que está complicando las labores de los equipos de rescate, que trabajaron durante la madrugada del domingo en el lugar del siniestro.
Melinda Drayton, responsable del Departamento de Bomberos de Oakland, precisó que sus efectivos solo habían podido inspeccionar un 20% del almacén, por lo que era más que previsible que la cifra de fallecidos aumentará. “Fue silenciosa. Fue desgarradora”, afirmó Drayton al describir la búsqueda de los desaparecidos bajo los escombros. Las autoridades confirmaron que la mayoría de las víctimas del incendio, cuya causa se desconoce de momento, es gente joven.
Antes del suceso, los vecinos de la zona se habían quejado numerosas veces acerca del edificio, especialmente en relación con la acumulación de basura y escombros en la calle, reveló el concejal del distrito, Noel Gallo. Más de 70 bomberos participaron en la extinción del fuego, que duró unas cuatro horas y que ha superado el más grave sufrido por Oakland, el de 1991, cuando murieron 25 personas en un incendio declarado en las colinas de la ciudad que arrasó miles de casas. - Efe