Budapest - El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, fracasó ayer en su intento de prohibir por ley constitucional la llegada de refugiados al país sin la autoridad explícita del Parlamento. La enmienda constitucional propuesta por Orbán, y dirigida contra el reglamento comunitario de reubicación de refugiados entre todos los socios de la Unión Europea (UE) mediante cuotas, no consiguió este martes los dos tercios de los votos del Parlamento necesarios para modificar la Carta Magna: le faltaron solo dos síes. A favor votaron los 131 diputados del gobernante partido Fidesz del primer ministro, tres legisladores independientes se pronunciaron en contra y el resto (65) se abstuvo.

Orbán ha centrado gran parte de su política en su rechazo categórico al sistema de reubicación de refugiados pactado hace más de un año por la UE, y se niega a darse por vencido a pesar del rechazo parlamentario de ayer y de la invalidez, por falta de participación, del referendo sobre el mismo tema el 2 de octubre.

El Gobierno había asegurado que no cedería ante tal “chantaje” de la ultraderecha, pero el líder del Jobbik, Gábor Vona, reiteró ayer la disposición de su partido “a votar a favor de la enmienda 24 horas después de la eliminación” de esos permisos de residencia.

Varios analistas advierten de que el resultado del voto no es necesariamente un fracaso político para el Fidesz, ya que ahora podrá argumentar que el Jobbik, que se había manifestado a favor de la enmienda, finalmente “traicionó” a los húngaros. Los sondeos más recientes colocan al Jobbik como la segunda fuerza política más popular, con potencial para quitarle votos al Fidesz. - Efe