Praga - Óscar Arias, expresidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz, abogó ayer en Praga por introducir “pequeñas modificaciones” al acuerdo de Paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tras ser rechazado en referendo por la ciudadanía colombiana. Tras ese resultado por una diferencia mínima, en el plebiscito del pasado 2 de octubre, ha llegado el momento de hacer “pequeñas modificaciones”, dijo Arias en una entrevista a Efe en Praga, donde participó en el Foro 2000.
Para Arias, premiado en 1987 con el Nobel de la Paz por su iniciativa en favor de la pacificación en la región centroamericana, lo que realmente hubo en el referéndum fue “un empate, porque si no hubiera pasado el huracán Matthew por Colombia en esos días, posiblemente mucha gente hubiera ido a votar, ya que fue en las zonas que más han sufrido las consecuencias de más de cincuenta años de guerra (es) donde hubo una mayor abstención”.
En cualquier caso, ahora “lo importante es aprovechar esta oportunidad para introducir algunos cambios para complacer a los del no en las principales preocupaciones, para demostrar que hay flexibilidad, capacidad para transigir, y poder introducir estas pequeñas modificaciones a lo ya negociado en los últimos cuatro años”, dijo Arias.
perdón y sanción El líder de la oposición colombiana, Álvaro Uribe, exige, entre otros puntos, revisar las cesiones en materia de impunidad de los terroristas, como la posibilidad de que se presenten como candidatos a cargos públicos. Sobre las posibles enmiendas al texto del tratado rechazado, el Nobel de la Paz abogó por encontrar “ese equilibrio entre el perdón y la sanción”, que es “lo más complicado”. Si bien reconoció que el conflicto ha dejado “heridas muy profundas”, advirtió de que, “si no se cede, no se llega a un acuerdo satisfactorio”.
Arias, que ha renunciado a un tercer mandato como presidente de su país, tras haber sido elegido dos veces en ese cargo, recordó otras pacificaciones de conflictos logradas con éxito, como la anulación del apartheid en Sudáfrica o el fin del terrorismo de la IRA en Irlanda del Norte.Sobre su iniciativa de paz con el Grupo de Contadora, con el que se consiguió apaciguar Nicaragua, El Salvador y Guatemala, Arias aseveró que “supimos manejar este tema, y si no se maneja bien no se puede curar esas heridas”.
Arias expresó su preocupación por lo que aún puede pasar en Colombia tras la firma de los acuerdos de paz, y por el destino de las armas actualmente en posesión de los guerrilleros. “¿De qué van a vivir? ¿Terminarán haciendo las maras de Centroamérica? Es factible”, se preguntó el político latinoamericano.
Por otro lado, se mostró partidario de que las negociaciones finales tengan lugar en un lugar “neutral” como Oslo. “Esa es una ciudad (Oslo) que sin duda alguna, por ser ahí donde se otorga el Nobel de la Paz (...) sería fenomenal que fuera la sede de estas negociaciones finales”, comentó. El exmandatario “tico” augura que el premio Nobel de la Paz 2016 otorgado al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, hace una semana, será un “espaldarazo”, como le sucedió a él en 1987. Entonces “fue una señal que quiso enviar el comité Nobel en Oslo al mundo entero, para decirle que lo que está haciendo el presidente Óscar Arias es lo correcto”, si bien ese plan de paz sólo recogió sus frutos “años después”, matizó. “Es una catalizador el premio Nobel, para que los negociadores tengan el coraje de saber ceder y lleguen a un acuerdo final satisfactorio para todas las partes”, aseveró.
el revocatorio venezolano Sobre Venezuela, se mostró escéptico sobre los esfuerzos de mediación del exmandatario español José Luis Rodríguez Zapatero y el referendo revocatorio exigido por la ciudadanía del país caribeño para derrocar al presidente Nicolás Maduro, que éste se niega a aceptar. “No me atrevo a ponerle nota a Zapatero. Todos estamos haciendo esfuerzos para que (el proceso político) culmine bien, sin embargo yo soy escéptico respecto al referéndum revocatorio”, dijo Arias.
“Yo enfatizaría el que si el referendo revocatorio está en la constitución, y en el pasado el (fallecido) presidente (Hugo) Chavez consultó al pueblo en varias oportunidades, más que en otros países de América Latina, esto ese lo que debería hacer el gobierno del presidente Maduro”, señaló. “Y no ponerle obstáculos y violentar la voluntad mayoritaria expresada en todas las encuestas de que lo que quieren es que el presidente se vaya lo más pronto posible”, añadió.
Arias opinó que “el daño que le ha hecho el Gobierno, primero (del presidente) Chávez, y ahora (de) Maduro al pueblo venezolano es enorme, y su permanencia implica seguirle haciendo daño”, ya que “la crisis humanitaria es tan grande y tan profunda que no tiene solución”.